El aficionado vasco al fútbol difícilmente encontrará motivos para no animar al Numancia en su intento por regresar a Primera División. No obstante, en sus filas hay siete jugadores vascos, seis de ellos con pasado en Lezama, y están dirigidos desde el banquillo por la dupla que forman Jagoba Arrasate y Bittor Alkiza. La máxima categoría espera al eusko Numancia, que a lo largo de su historia apenas ha militado cuatro campañas en la élite, de la que descendió por última vez tras la temporada 2008-09. Desde entonces ha jugado siempre en Segunda, de donde espera escapar ahora que solo le separan dos encuentros de la élite. Una eliminatoria a todo o nada frente al Valladolid; dos finales, la primera, el miércoles en Los Pajaritos y la segunda, el sábado en el José Zorilla.
Después de permanecer más de media temporada en puestos de promoción, una posición que el pasado verano, con el arranque de la liga, no era ni mucho menos un objetivo, pues el Numancia cuenta con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, los pupilos de Arrasate lograron clasificarse para el play-off en la última jornada al vencer a la Cultural Leonesa. El triunfo les permitió alcanzar la sexta posición contra todo pronóstico, pues el conjunto soriano tan solo sumó cuatro puntos de los últimos quince. Así, inmerso en un mar de dudas, pero sin ninguna presión, fue capaz de eliminar al Zaragoza, por su trayectoria el máximo favorito para el ascenso.
Ante los aragoneses la fortuna le sonrió al Numancia, que evitó la prórroga en el último suspiro gracias a un gol de Pape Diamanka, quien en el curso 2012-13 militó en el Sestao River, tras un medido centro de Iñigo Pérez, autor a su vez del tanto inicial. El centrocampista navarro es uno de los líderes del equipo y por sus botas pasa la responsabilidad de generar fútbol. En la que es su cuarta campaña en Soria, a donde llegó tras acabar su etapa en el Athletic, Iñigo Pérez ha sido incluido en el once ideal de la Liga 1/2/3 que se realiza atendiendo a las estadísticas.
Si su papel fue clave en el doble enfrentamiento ante el Zaragoza, no menos importante fue la actuación de Aitor Fernández. El guardameta está demostrando que la categoría se le ha quedado pequeña. Llegó al Numancia en el verano de 2016 y no tardó demasiado en sentar a Munir, que se encuentra en Rusia para disputar el Mundial con Marruecos. El guipuzcoano fue fichado en enero de 2013 por el Villarreal para su equipo filial mientras se encontraba cedido por el Athletic en el Barakaldo y el sábado salvó a su equipo de la eliminación gracias a varias intervenciones de gran mérito. Asimismo, Gaizka Campos, natural de Barakaldo, llegó en verano como tercer portero y es ahora el segundo debido a la ausencia del marroquí.
En ataque, Guillermo Fernández se ha erigido en el máximo realizar del equipo, con nueve tantos en liga y otros dos en Copa, logrados ambos en el enfrentamiento ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Fichado procedente del Elche, el bilbaino ha cumplido con creces en su primer curso en el Numancia.
En defensa, en el lateral diestro han alternado el exalbiazul Unai Medina, que se lesionó el sábado y no estará disponible ante el Valladolid, y Markel Etxeberria, este último cedido por el Athletic, con quien acaba contrato el próximo día 30. Además, en el eje de la zaga el urduliztarra Unai Elgezabal, que militó dos cursos en el Basconia, y está actualmente cedido por el Eibar, ha participado esta campaña en 24 partidos.
Los siete forman parte del eusko Numancia, que busca regresar a Primera División.