El frontón de Zierbena provocó ayer dudas en las dos parejas presentes en la elección programada en el emplazamiento galipo. El suelo, irregular, alargó el tiempo de decisión de Mikel Urrutikoetxea, desnudas sus manos, sin tacos, y Ladis Galarza, que tardaron más que Víctor Esteban y Jon Ander Albisu. Costó dar con la tecla. Costó llegar a un acuerdo. Con la nueva legislación en la mano, que implica que cada dueto disponga únicamente de diez minutos para apartar los cueros de su agrado, por los quince de antes, el vizcaino y zaguero de Baraibar arañaron el reloj casi hasta el límite. Los cuatro protagonistas de la cita del domingo del Parejas de Primera quedaron de acuerdo. “Es complicado diferenciar entre unos esféricos y otros. El suelo es irregular y hace bastante frío, no sabemos cómo se comportarán los lotes en el partido”, declararon. La cuestión es que, al ser un frontón de doce cuadros, el seleccionador, Martín Alustiza, y el intendente Rubén Beloki disponían de mayor manga ancha. De cualquier modo, los dos binomios quedaron contentos. “Es un frontis rápido”, desvela Víctor, quien augura a un tute importante. Las de los colorados son más “tranquilas” que las de sus adversarios.
El vizcaino Urrutikoetxea arribó sin tacos en las manos para la liturgia de Zierbena. Impuso su guía. “Entrenaremos esta semana. No tengo ningún problema. Con uno que lleve tacos, es suficiente”, recita el finalista del Cuatro y Medio, quien analiza que “estamos en plena construcción”. El binomio formado por el de Zaratamo y Ladis Galarza encajó una derrota en la primera jornada del Parejas, la inaugural, y tienen ganas de “sumar”. “Son muchas semanas, pero hay que sumar lo antes posible. Sabemos que el duelo será difícil, pero vamos a intentar salir a tope”, analiza el vizcaino, quien añade que “igual nos falta compenetrarnos más en la cancha. Ladis ha rendido a gran nivel en los últimos meses y también lo hizo en Iruñea el sábado. Quizás el que estuve peor fui yo. Al final, acusé la tensión de haber llegado a la final del Cuatro y Medio durante toda la semana. La liguilla no me llegó en el mejor momento. Hay que intentar pasar página. Hay que cambiar el chip”. De cualquier modo, el día a día será el que encaje las piezas en el puzzle de la pareja. “Es bueno jugar una vez a la semana, porque te ayuda a ganar confianza”, sostiene el de Zaratamo.
Galarza, por su parte, es consciente de que tocará trabajar ante un Jon Ander Albisu en estado de gracia. Tendrá que mejorar el compromiso del pasado fin de semana. “Al principio sentí un poco de incertidumbre, porque llevaba tiempo sin el ritmo de un estelar. Es una velocidad distinta. Tengo ganas de seguir trabajando”, señala el navarro. “Es un orgullo estar disputando este torneo”, asevera.
el momento albisu Jon Ander Albisu lleva una buena racha y demostró el pasado domingo en el Adarraga de Logroño que forma un dueto importante con Víctor Esteban. El zaguero es el faro, el guía, un trabajador con pegada que asombra. “Si las manos están bien, las cosas van saliendo, coges confianza y sales tranquilo”, advierte el ataundarra. El triunfo ante los finalistas del curso pasado, Bengoetxea VI-Larunbe, fue un golpe sobre la mesa. Autoridad. “Vendrán tiempos peores, pero estoy bien. Tengo que aprovechar. Urruti-Ladis nos obligarán a trabajar. Son dos manistas complicados”, sostiene el guipuzcoano.