Prefiero ganar torneos a estar pendiente del ranking”. Lo dijo Garbiñe Muguruza después de imponerse en Wimbledon y lo repitió el domingo tras llevarse el título de Cincinnati, su segundo del año. Una cosa lleva a la otra, aunque probablemente se le da mucha importancia a la posición en la voluble clasificación de la WTA cuando quizás habría que tener en cuenta más, si se quiere valorar la regularidad, el puesto que las jugadoras ocupan cada año en la carrera hacia las Finales WTA, esa lista en la que Muguruza es primera en 2017 con 5.068 puntos y más de 2.000 de ventaja sobre la novena clasificada, lo que la coloca muy cerca de estar en Singapur con las ocho mejores tenistas por tercer año seguido.

Tras la contundente victoria ante Simona Halep, Muguruza se ha colocado en disposición de disputar el número 1 del mundo a Karolina Pliskova, algo a lo que también aspiran la propia Halep y Elina Svitolina, y ha sido señalada como principal favorita a ganar el US Open, el último Grand Slam de la temporada. Otras veces ya ha ocurrido y las expectativas se vieron defraudadas en un torneo en el que no ha conseguido pasar de segunda ronda. Por eso quiere “afrontarlo desde cero, sin pensar en lo que ha pasado otros años y ni en lo que hay alrededor”. En su favor obra que ahora la vasco-venezolana se muestra sobre la pista como una jugadora más madura, más consistente, para acompañar a sus múltiples recursos tenísticos. Cuando todo está unido, es imparable, como se vio en Wimbledon o en los dos últimos choques de Cincinnati. El reto de Garbiñe Muguruza es que eso ocurra más a menudo y no solamente en “los grandes escenarios y los grandes partidos, que son los que me motivan desde pequeña”.

la virtud de la paciencia La jugadora de Caracas admite en una entrevista con la página web de la WTA que ahora ha aprendido a “esperar el momento y ser paciente”. “Siempre he trabajado muy duro y esperaba los resultados inmediatamente. Eso me frustraba. Ahora sé que si trabajo duro y hago lo que tengo que hacer tarde o temprano el éxito llegará”, añade. Las dos victorias que ha logrado en Cincinnati ante Keys y Kuznetsova en sendos agónicos partidos son muestra de esta mentalidad positiva y perseverante. En el tenis ganar 6-1 y 6-0 es lo menos habitual y Muguruza ha entendido también que “para llegar a jugar los partidos que a todas nos gustan hay que ganar antes en los que tienes mucha presión porque se supone que debes ganarlos”. “Creo que mi nivel medio es más alto y por eso están llegando las oportunidades”, asegura una jugadora que este año podía haber tenido aún mejores resultados de no haber mediado algunas retiradas que llegaron por problemas físicos.