GIRONA - El Girona deslumbró ayer en su debut en Primera División ante un Atlético de Madrid que no supo contrarrestar la ilusión de los primerizos hasta bien entrada la segunda mitad. Los de Machín dominaron el encuentro y, gracias a dos grandes cabezazos de Stuani, lograron ponerse por delante en el marcador. Todavía una sorpresa para todos los que no estaban viendo el encuentro.

Sin embargo, el Girona no fue capaz de conseguir la victoria y acabó empatando ante el ímpetu de los colchoneros.

Simeone vio como el partido se le iba muy pronto de las manos e hizo rápido los tres cambios. El primero de ellos, Correa, entró al campo en el 57 y, veinte minutos después, consiguió el primer tanto del Atlético de un zarpazo. Los colchoneros empezaron a creer y acosaron la portería de Iraizoz. El exguardameta del Athletic midió mal una salida y acabó comiéndose un balón rematado por Giménez, que besó la red y echó por tierra todos los esfuerzos del Girona por sumar sus primeros tres puntos en Primera. - Efe