Vitoria - Si alguien está verdaderamente apasionado de su trabajo, no siente necesidad alguna por desconectar de él unos días. Es el caso de los hermanos Iker y Eneko Pou, que ni en las soleadas playas de Mallorca pueden resistir la tentación de aparcar su mayor afición, la escalada. Como ya hicieron en otras ocasiones, los alaveses aprovechan sus vacaciones alejadas de la montaña para seguir entrenándose de cara a retos venideros. Y lo hacen en la modalidad de psicobloc, en la que solo se utilizan las zapatillas pies de gato y el equilibrio con el cuerpo es fundamental para ascender por las aristas de la roca.

Esta modalidad, nacida en la propia isla en la década de los setenta, es conocida deep water soloing y los dos hermanos vitorianos son muy aficionados a practicarla. Lo han hecho en todos los rincones del mundo, como Brasil, Turquía, Grecia o la Patagonia chilena, pero año tras año regresan a Mallorca en busca de esos acantilados en los que nació esta modalidad de escalada tan natural en la que cuerpo y roca se fusionan y el escalador busca sus propios límites.

Las paredes mallorquinas son consideradas como la meca de esta modalidad a nivel mundial. Concretamente el sur de la isla, la zona comprendida entre Santanyí y Portocristo, es el área que más sectores de calidad atesora, con paredes de roca caliza entre 10 y 30 metros que hacen las delicias de los escaladores.

Aunque escalar sin cuerdas siempre se ha considerado muy peligroso, el tener el mar debajo de los pies haciendo de colchoneta hace que los accidentes no sean muchos y casi nunca muy graves. Esta disciplina que nace hacia finales de los setenta en Mallorca ha ido ganando adeptos hasta convertirse en la estrella del verano gracias a los calores que dificultan la escalada deportiva en medio mundo.

Iker y Eneko Pou son unos grandes amantes de esta especialidad tan pura y cada verano acuden a su refugio en Mallorca para, mientras se toman un respiro de sus actividades, enfrentarse de nuevo a pecho descubierto al abismo. - DNA