GASTEIZ - La carrera más trascendente en el panorama del ciclismo, el Tour de Francia, es capaz de subir hasta lo más alto a los elegidos y de descender a los menos afortunados hasta el subsuelo. La ronda gala es la prueba de fuego para muchos ciclistas que cada mes de julio muestran sus grandes cualidades al mundo. Es el caso de Mikel Landa. La gran actuación que viene desempeñando el gregario de Chris Froome en este Tour no ha pasado desapercibida para buena parte del pelotón. Más aún, después de las declaraciones que realizó el ciclista de Sky en la jornada de descanso del pasado lunes, en las que afirmó que no volvería a correr el Tour como segundo hombre. Y es que, el quinto clasificado de la general no quiere continuar un año más haciendo el trabajo sucio. Landa se ve fuerte y capaz de competir de tú a tú con los mejores. Incluso con su jefe de filas. Cuando la carrera se ha puesto cuesta arriba y la situación se ha complicado, Landa ha destacado por encima del resto. El ciclista alavés busca un equipo que piense en él como jefe de filas, que le proteja y que le ayude a conquistar la Grande Boucle. Todo apunta a que el de Murgia, a 1:17 minutos de Froome, no prolongará su contrato, que acaba esta temporada, con el equipo Sky. Muchos equipos ya se han interesado por hacerse con sus servicios. Según publicó ayer el diario L’Equipe, el último en hacerle una oferta ha sido el conjunto emiratí UAE, que se ha fijado como objetivo pelear por el Tour de 2018. Para ello, el equipo de Emiratos Árabes necesita un corredor como Landa: un líder de nivel que se encuentre en plena forma y posea grandes aspiraciones. La apuesta del UAE es de las grandes. Cuenta con un presupuesto de 30 millones de euros para hacer frente a la próxima campaña. Sin embargo, la oferta del UAE no ha sido la única. A Landa novias no le faltan y el Movistar también ha pensado en hacerse con sus servicios. El propio Eusebio Unzué, director de la formación telefónica, admitió estar trabajando para consumar su fichaje. Aunque en el Movistar debería convivir con pesos pesados como Quintana o Valverde. - R. García