Bilbao - Después de los sucesos acontecidos el pasado 1 de julio en la plaza de toros de Azpeitia, en la que se enfrentaron el alpinista Alex Txikon y el aizkolari Mikel Larrañaga en una prueba triple de herri kirolak -piedra, hacha y carrera-, que terminó con el lemoarra en el hospital por una “deshidratación severa” y un ingreso médico tras dos días de la prueba, el vizcaino escribió una carta en la que dio su versión de los hechos. El montañero admitió haber salido al albero con dos costillas fisuradas, pero puso el acento en la actuación del doctor Iñaki Arratibel, médico de Larrañaga, y en la Federación de Gipuzkoa de herri kirolak. “Mientras el señor Arratibel se ha dedicado a pregonar su diagnóstico de una hipoglucemia, los allí presentes veían claramente una deshidratación severa que había derivado en un grave cuadro de insuficiencia respiratoria”, sostuvo Txikon, quien manifestó que “noto que me voy a morir, siento que esto se acaba. Algo no va bien. Cuando más se necesita al médico, el señor Arratibel se esfumó, quizás algún día fue una buena persona y un buen médico”.

Pues bien, tras una semana con el runrrún, el galeno emitió un comunicado en el que respondió lo explicado por el alpinista en una carta llamada ‘Donde casi todo se acaba’. Aunque tenía previsto no contestar, por respeto a “mi familia, mis amigos y mi entorno profesional a quienes ha afectado mucho que se haya puesto en entredicho tanto mi comportamiento ético como mi profesionalidad” quiere aclarar lo sucedido. Así, despliega que “estuvo en la plaza como médico asesor de Larrañaga” única y exclusivamente. Asimismo, dice que, tras desfallecer, “me acerqué a asistirle por consideración ética y a solicitud de los técnicos sanitarios presentes en la prueba”. También considera que “cuando Txikon se encontraba estabilizado, fui requerido para atender a Mikel Larrañaga, quien estaba sufriendo mareos, y de quien yo era el médico asesor” y afirma que “antes de abandonar el vestuario, sin embargo, hablé con un miembro del equipo de Txikon y le dije que me avisaran de inmediato si surgía algún problema. No recibí ningún aviso, por lo que entendí que mis servicios ya no eran necesarios”. Por último, cita que “al finalizar Mikel Larrañaga la prueba, volví a interesarme por el estado de salud de Txikon y me indicaron que ya había sido trasladado a un centro sanitario”. “No es mi intención generar ninguna polémica, sino única y exclusivamente defender mi comportamiento ético y mi profesionalidad que tan gratuitamente se han puesto en entredicho”, finaliza el escrito.

Respuesta de la federación Por otro lado, la Federación de Gipuzkoa de herri kirolak también emitió una misiva dura como respuesta a las manifestaciones del lemoarra. “Si Alex Txikon sufrió un desfallecimiento, este se debió, exclusivamente, tanto a su defectuosa preparación previa como a la actitud de sus asistentes, que permitieron que llegara a tal estado de extenuación”, argumentan desde el ente y revelan que “los propios jueces federativos recomendaron, puesto que no tenían ninguna otra alternativa, a los ayudantes de Txikon que abandonara; dada su experiencia en este tipo de pruebas, eran conscientes que ya, para entonces, su estado físico era realmente malo”.

Asimismo, declararon que “en cuanto a intereses federativos, que también menciona en sus declaraciones, es bien sabido que esta federación es, siempre, absolutamente neutral. Por tanto, es absolutamente falso que esta entidad defendiera no se sabe qué interés, que, de manera injusta, indica. Según aparece en los medios de comunicación, la situación de la Edad Media que el señor Txikon manifiesta, es provocada por él mismo, sabiendo que tenía costillas fisuradas, faltándole así el respeto al público asistente”. Por último, sentenciaron que “todas las manifestaciones nos resultan impropias de un deportista de su altura y única y claramente nos demuestran su contrariedad ante la derrota sufrida en el desafío. Por todo este comportamiento, podemos decir que le ha hecho flaco favor a los herri kirolak”.