en estos últimos siete años me he dedicado en cuerpo y alma a trabajar con los más pequeños en el mundo de la canasta. Desde mi época de entrenador profesional pensaba que la cosa había cambiado a mejor, y que la calidad de los entrenamientos habría mejorado. Pero la realidad es que vamos cuesta abajo y sin frenos. En esto siete años he visto cómo los entrenadores de cantera han evolucionado, sobre todo en el análisis de la normativa. Se la estudian de pe a pa para trampear y sentirse satisfechos. Por poner varios ejemplos, diré que si la normativa dice que hay que presentar como mínimo ocho fichas para poder disputarse el encuentro, ciertos entrenadores convocan a las ocho mejores para los partidos más importantes y de mayor competencia para asegurarse siempre unas buenas rotaciones y que el equipo no sufra baches de rendimiento. De las otras cuatro o cinco jugadoras/es que se quedan en casa sin ser convocadas, nadie se acuerda excepto el padre o la madre que le tiene que aguantar y animar para que no deje el equipo. Otro ejemplo llamativo es la norma de no poder defender en zona, pero esos entrenadores utilizan diferentes artimañas para saltarse la norma, tales como intentar convencer al árbitro que defiende en individual con ayudas muy largas. ¡Por favor! Les denomino perseguidores de resultados inmediatos. Si alguien defiende en zona, la norma dice que se le sancione con una técnica que supone un tiro libre más banda para el equipo contrario. Hace poco vi que a un equipo le pitaron tres técnicas al entrenador por defensa ilegal y le expulsaron. Conclusión: su equipo ganó fácil porque el árbitro no fue capaz de pitar las 20 o 25 defensas ilegales que hizo su equipo y, por lo tanto, su expulsión le salió barata.

ARBITRAJES Y CATEGORÍAS INFERIORES Otro ejemplo notorio son los arbitrajes en categorías de formación por las propias personas de los clubes en los partidos de casa. En general, actúan intentando desde el cariño que les profesa el club donde se están formando, el beneficiar a su equipo para que puedan ganar por encima de si juegan bien o mal. No están concienciados que si el equipo de su club es peor, lo mejor que les puede pasar es que pierdan para que sean conscientes del nivel que tienen y sigan progresando. Y por último están las selecciones de categorías inferiores. Hoy en día, los seleccionadores llaman a los responsables de todos los clubes de su provincia para que les manden los jugadores que piensen que son mejores para que luego ellos hagan la selección. Ya ni se preocupan de pisar las canchas para verlos in situ y decidir ellos personalmente. Cada año que pasa, las concentraciones de las selecciones son más cortas. Cuando hay alguna competición o torneo se juntan tres o cuatro entrenamientos. Dos de ellos los utilizan para conocer a las/os jugadores y hacer los descartes. Y los otros dos para preparar algunos sistemas como los equipos séniors. ¿Este es el método de las federaciones? ¿Podemos afirmar que las federaciones tienen un proyecto bien estructurado? Y ya no quiero hablar de los horarios intempestivos de algunos partidos donde los niños/as se deben levantar a las siete de la mañana para recorrerse cerca de 100 kilómetros para jugar un partido dos horas más tarde. En mi opinión, los entrenadores debemos en primer lugar desarrollar la pasión por el juego. Sin esa premisa, los niños/as no dedicarán el suficiente tiempo a potenciar sus habilidades y no tendrán la fortaleza ni las ganas para superar la infinidad de dificultades que les irán apareciendo en su etapa de formación. Los entrenadores de cantera no deben de ser estrategas. Eso ya lo son los de ACB y la NBA, donde única y exclusivamente trabajan la estrategia y dejan a un lado la formación y la mejora individual. Un entrenador de cantera debe valorar si sus chavales hacen bien los bloqueos, si utilizan el tipo de bote correcto en las diferentes situaciones del juego, si pasan la pelota por la cara para amenazar el tiro antes de echar el balón al suelo, los gestos técnicos, etc... Para entrenar a niños en edad alevín, hace falta un entrenador para esas edades y no un entrenador de la ACB. No es nada fácil enseñar cómo y cuándo pasar, cómo botar o cómo tirar.

obligación de clubes y federaciones Hoy en día, con las nuevas tecnologías hay muchos lugares donde encontrar información, pero eso solo no te permite tener el don del conocimiento. En estos siete años he visto infinidad de partidos de niños/as donde priman las jugadas de saque de fondo, de banda, la puño arriba o la cuernos. Pero he visto pocos entrenadores que pulan desde la banda a sus chicos/as corrigiéndoles la técnica del pase, animándoles a que tiren cuando están libres de marca, valorándoles que pongan en práctica cambios entre piernas o por detrás aunque la PIERDAN, etc.. En vez de eso, pierdo el tiempo en cómo hacer una defensa contra la mejor jugadora del equipo contrario con dos o tres jugadoras sin que se vea que sea zona, y sin dejar progresar ni a unas ni a otras. ¡Una auténtica aberración! Todos los clubes y federaciones tienen que poner en marcha proyectos que cumplan sus expectativas y crean en ellos. Pero proyectos en beneficio del baloncesto en general. Proyectos que favorezcan el talento y la intuición del jugador/a. Proyectos que cumplan las expectativas de esas niñas/os y que contraigan un compromiso fiel. Pero una cosa está por encima de las demás: los proyectos no deben cambiarse o desconfiar de ellos porque se quiera ganar un partido de alevines.