bilbao - Conmocionada, anímicamente golpeada, pero esperanzada. Así quedó ayer la familia rojiblanca al conocer, de boca del presidente Josu Urrutia y de Josean Lekue, jefe de los servicios médicos del Athletic, que Yeray Álvarez padece un tumor en su testiculo derecho. La gravedad del caso, ayer mismo descubierto, obligará al jugador, a sus 21 años, a pasar el martes por quirófano para que le sea extirpado el testículo dañado, lo cual le obligará a apartarse de manera indefinida del fútbol para poner los cinco sentidos en su propia salud.
El baracaldés, así pues, afronta el partido más importante de su vida solo tres meses después de debutar como león en una temporada en la que estaba pletórico y en la que no ha dejado de coleccionar elogios desde que se estrenara ante el Sassuolo el pasado 15 de septiembre, tres días después de ampliar su contrato hasta el 30 de junio de 2019. Cualquier aspecto relacionado con el balón, sin embargo, quedó relegado en la tarde de ayer a un segundo plano. Las alarmas se encendieron a las 17.10 horas, cuando el Athletic citó a los medios de comunicación con carácter de urgencia en Ibaigane, donde a las 18.30 horas dio comienzo una rueda de prensa institucional en la que Urrutia, desencajado, dio a conocer el diagnóstico de Yeray.
“Las cosas han ido muy rápido. Durante el día de ayer y hoy -por el jueves y viernes- se han realizado unas pruebas médicas a Yeray y hace pocas horas nos han confirmado que se le ha detectado un tumor en uno de sus testículos”, manifestó el máximo dirigente rojiblanco, que reconoció instantes después que fue el propio jugador quien decidió que fueran él y Lekue quienes comparecieran en sala de prensa.
“Ha preferido estar en casa tranquilo con la familia”, agregó Urrutia, que desveló parte de la conversación que mantuvo con Yeray horas antes. “He hablado con él y le he visto bien, fuerte y sorprendentemente sereno. Está mostrando una gran madurez no solo en el campo, sino también fuera de él en una situación tan difícil y está optimista, al igual que nosotros también lo estamos”, aseguró el presidente, que ofreció su incondicional apoyo al joven futbolista: “Le he transmitido que, evidentemente no va a estar solo, que este trago lo vamos a superar entre todos y que también es responsabilidad nuestra que se mantenga en esos niveles de ánimo, fuerza y tranquilidad que hoy en día demuestra. Y si es posible, entre todos, lo reforzaremos más y lo aumentaremos”.
yeray, tranquilo y optimista El jugador, tras conocer su diagnóstico, se enfrenta ahora al transcurrir del día a día, lo cual deberá sobrellevar de la mejor manera posible en busca de una óptima recuperación que la familia athleticzale confía en que arranque el próximo martes, cuando sea intervenido quirúrgicamente. El jugador, mientras tanto, no dudó ayer en agradecer la avalancha de mensajes de ánimo que recibió a través de las redes sociales. Lo hizo a través de un corto, pero sentido comunicado en el que, una vez más, sacó a relucir su innata fortaleza.
“Gracias a todos por los mensajes y por todo el apoyo. Os lo agradezco mucho. Estoy seguro de que todo va a salir bien y volveré mas fuerte”, escribió Yeray, que cumplirá 22 años el próximo 24 de enero. Para entonces, se espera que el baracaldés esté inmerso en pleno proceso de recuperación con vistas a retomar su incidencia directa en el Athletic. El gran rendimiento ofrecido durante sus tres primeros meses como león, no en vano, había cautivado a propios y extraños, siendo Ernesto Valverde su principal valedor. El técnico, que se ha rendido en elogios hacia el vizcaino en varias ocasiones, dejó sin minutos a Yeray el jueves ante el Racing de Santander por primera vez desde el pasado 23 de octubre, cuando el fuerte esguince de tobillo sufrido ante el Genk en Bélgica le obligó a perderse el choque frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
El joven central rojiblanco, que arrastraba molestias en su testículo derecho desde la pasada semana, fue titular aun así el lunes contra el Celta, partido en el que, curiosamente, completó uno de sus actuaciones más grises. Los dolores, a buen seguro, limitaron su rendimiento, el cual no pudo ser examinado en el citado envite copero del jueves ante el Racing, toda vez que Valverde optó por dejarle en la grada junto a Sabin Merino. Nadie, sin embargo, podía imaginar entonces que los dolores de Yeray iban a traducirse en un tumor en su testiculo derecho, a cuya extirpación procederán el martes consumados especialistas en la materia como primer paso hacia la curación de una enfermedad que mantendrá en vilo al Athletic.