Castrelo de Miño - El madrileño Alberto Contador (Tinkoff) reconoció que los 52 segundos que perdió su equipo respecto al Sky y el Movistar es “mucho tiempo, pero a ver qué pasa porque quedan veinte etapas”. “Tendremos que aprovechar las oportunidades. No hemos tenido un gran día, pero estoy contento con el trabajo que ha hecho el equipo”, dijo.

El colombiano Nairo Quintana (Movistar) se mostró con el segundo puesto logrado ayer por su equipo: “Me he sentido bien y esperemos que el resto de Vuelta siga a este nivel”, comentó en referencia a su falta de fuerzas en el Tour, donde no pudo inquietar al ganador Chris Froome. “Estoy contento por el resultado, pero un poco triste porque no hemos ganado. Hemos tenido el mismo tiempo que los rivales. Le hemos sacado partido al equipo que traíamos”, afirmó.

Por su parte, el murciano Alejandro Valverde, que habría sido líder si hubiera acabado primero su equipo, elogió la labor del Movistar y destacó el “buen comienzo” en su tercera gran vuelta del año. “En una crono por equipos se sufre mucho. El equipo ha estado muy bien y estamos contentos con la crono que hemos hecho, aun no habiendo ganado la etapa. Ha sido un buen comienzo”, finalizó el ganador de la Vuelta a España 2009.

Por su parte, el británico Peter Kennaugh (Sky), primer líder de la Vuelta a España, se mostró feliz en un día que se convirtió en especial con un triunfo de su equipo en la contrarreloj que propició que estrenara la camiseta roja, algo inesperado unas horas antes.

El campeón olímpico y mundial de persecución en 2012, mostraba su sorpresa ante un hecho “inesperado y no planeado”. “No habíamos hablado de que yo entrara primero en meta, por lo que estoy súper contento por el triunfo. Me encuentro en el cielo, es la primera vez que visto de líder en una gran vuelta y es algo especial”, dijo.

Para el ciclista de la Isla de Man, de 27 años, el maillot rojo de la Vuelta supone “una noticia muy emocionante”, ya que se rompió la clavícula en el Tour de California y hubo de afrontar una dura recuperación.

“Lo pasé muy mal. Me había preparado para las clásicas de las Ardenas pero me rompí la clavícula derecha y tuve que emplearme a fondo en los dos últimos meses para recuperar la forma y venir a la Vuelta con confianza. En junio ya estaba bien”, explicó.

Según Kennaugh, “la clave de la victoria del Sky fue “salir a tope desde el principio”, una estrategia que no considera fácil, “ya que puedes poner a alguno en peligro”. - Efe