su tío fue jugador de hockey hierba, olímpico en Tokio 64 y México 68. Su abuelo fue jugador de hockey hierba. E incluso su madre y su propia hermana gemela cogieron el stick desde pequeñas. Así que el destino de Rocío Ybarra (Berango, 1984) estaba escrito casi antes de nacer. Sin embargo, ahora, a sus 31 años, la jugadora vizcaina ha superado hasta los augurios del profeta más optimista porque se encuentra en Brasil jugando sus terceros Juegos. “Mi familia siempre ha vivido muy dentro el hockey. Mi abuelo fue jugador y mi tío ha sido un referente en nuestra familia. También ha jugado mi madre, mis tías, mis primos, mi hermano y tanto mi hermana Lucía como yo. Ahora mismo me siento muy orgullosa por coger la estela de mi tío, ahora me toca a mí representar a las chicas de la familia”, expone.
Convertida ya en la capitana de la selección española, es la figura mediática de un equipo que accedió a Río por invitación y que, por ello, no figura en ninguna de las quinielas. De hecho, las red stick llevan dos derrotas en los dos encuentros olímpicos disputados hasta el momento (ante Holanda y China), aunque ello no desmotiva a Ybarra: “Partimos de una situación sencilla porque somos la selección con el peor ránking en los Juegos, así que la presión va a ser para el resto de equipos. El diploma ya es un techo alto pero tenemos capacidad para dar una sorpresa”.
Y es que la selección española se perdió la pasada cita olímpica de Londres por una mala actuación sobre el verde, sin embargo, a Río lograron llegar gracias a la invitación de la Federación Internacional. “Nos jugábamos la clasificación en el preolímpico de Valencia, quedamos sextas y había seis plazas en juego. Quedamos por delante de Sudáfrica en un partido muy importante, que ganamos con superioridad, y conseguimos el pase. Sin embargo, la Federación Internacional daba una plaza a cada campeón continental y las sudafricanas tenían plaza por esa condición. Pero al final, por conflictos entre el Comité Olímpico y el sudafricano, nos dieron el billete a nosotras”, explica Ybarra. A pesar de ello, la berangotarra quiere dejar claro que “es justo que estemos en Río” y que no acuden solo para disfrutar: “Tenemos que llegar en cuartos porque en una eliminatoria puede pasar de todo. No descartamos nada. Venimos con ambición aunque lo tomamos partido a partido”. Y es que, con las dos derrotas, las red sticks ya tienen complicados pasar a unos octavos a los que solo acceden los cuatro mejores de cada grupo (con seis equipos por grupo).
Con una familia ligada al hockey, Ybarra no dudo en ningún momento sobre su futuro. Quería dedicarse a esto y, si para ello debía marcharse lejos de casa, pues se marcha. Así que primero emigró a Alemania, una liga más competitiva que la española, para aprender y probarse; y después dio el paso hacia Holanda, escenario de la mejor liga del mundo: “Me gusta ponerme retos y cambiar de ligas, pero en Holanda llevo ya seis años. El hockey es un trabajo muy profesional allí y está muy bien visto. Está masificado y es una gozada ver cómo valoran lo que haces. Soy una privilegiada por poder vivir de esto”, reconoce.
derrota ante china El combinado de Ybarra encajó ayer su segunda derrota olímpica tras caer contra China por 0-2 en un partido resuelto por la velocidad y la fuerza de las asiáticas, que aprovecharon las acciones que tuvieron, además de la falta de acierto de las red sticks. Así, España deberá mejorar la precisión y la efectividad -fallaron cinco penaltis córner- si quiere vender esta tarde (15.00 horas) ante Nueva Zelanda. Una victoria se antoja esencial puesto que el equipo capitaneado por Ybarra se encuentra último en la tabla.