bilbao - David Merino (Villar de Torre, 1990) comienza hoy, a partir de las 23.00 horas, su camino en la defensa del cetro de la miniferia de Labastida. El zaguero riojano acumula un julio plagado de encuentros, en el que llegará a once, y con el que está encontrando una estabilidad necesaria para su confianza. El guardaespaldas asomará junto a Joseba Ezkurdia en el frontón alavés -“a media hora de casa”- y con Gorka Esteban en el San Lorenzo de Ezcaray el domingo. “Los dos torneos me quedan al lado de casa. Por ese lado, bien. No voy a tener que conducir mucho”, revela el menor de la saga de Villar de Torre.
“Lo cierto es que tengo ganas de jugar. Llevo bastantes partidos este verano y espero que las manos me aguanten. Respecto a mi estado de juego, poco a poco me voy encontrando mejor, con más confianza”, concreta David, quien revela que “cuando estás bien, no importa que el número de partidos sea alto. Estas semanas estoy teniendo mucha actividad y espero aguantar de forma óptima”. El pasado fin de semana, el guardaespaldas disputó tres encuentros, en los que se sintió “con buenas sensaciones”. “Tanto en Errenteria como en Ermua y Ordizia jugué bien”, certifica Merino II. “El rodaje da la confianza”, añade.
El manista riojano, poseedor de una zurda privilegiada, después de un Parejas en el que no consiguió encontrar la conexión esperada con Jokin Altuna, nacidos como un dueto emocionante al haber reinado con mucho tino en San Mateo, ha ido peleando por encontrarse a sí mismo. Además, los problemas de manos le están dando una buena tregua durante el verano. Y es que, el pelotari de Villar de Torre no estaba acostumbrado a iniciar los meses estivales con la certeza de disponer de oportunidades por la ausencia de lesiones. En 2013 sufrió problemas en uno de sus dedos y el curso pasado no “espabiló” hasta julio. “Lo que quiero es disfrutar de estos meses”, advierte el guardaespaldas de Aspe.
No obstante, el campeón del Parejas de 2012 junto a Titín III se encuentra en una plantilla en la que destaca el fondo de armario en los cuadros largos. La directiva técnica de la operadora eibarresa dispone de pelotaris de la talla de José Javier Zabaleta, Beñat Rezusta, Abel Barriola, Aitor Zubieta y el propio riojano y se ha decantado en las citas disputadas hasta la fecha por otros guardaespaldas tanto en San Fermín como en La Blanca o el Cinco y Medio. “La empresa es la que decide qué pelotaris juegan en cada una de las ferias. El año pasado tampoco entré en las primeras, pero luego sí que jugué en Donostia, Bilbao, Logroño... San Mateo es la que espero con mayor ilusión”, argumenta Merino II.
Por ahora, está cuidando las manos “con mimo” y las lesiones le están respetando. “No me gusta ir a coger masaje cuando tengo las manos bien, pero, por el resto, las cuido a conciencia”, desvela.
Unión con ezkurdia David Merino compartirá gerriko esta noche en el Pequeño Bizkaia con Joseba Ezkurdia. En unión con el delantero de Arbizu, el zaguero riojano conoce las mieles del éxito: en 2014 se impusieron en la final de La Blanca frente a Mikel Urrutikoetxea y Jon Ander Albisu (19-22). Respecto al envite de esta noche, asevera el guardaespaldas de La Rioja que “jugamos la semifinal de Labastida contra una pareja muy complicada, Berasaluze II-Albisu. El año pasado ya jugué contra ellos la final de la feria, que terminé ganando con Martínez de Irujo. Supimos dar la vuelta al encuentro, en el que nos iban ganando fácil”. Fue una gran contienda. Así, el frontón alavés es un emplazamiento “en la que hay que trabajar”, porque los cueros “se gastan a mitad de partido” y se convierten en pelotas con las que es complicado hacer el tanto. “Vamos dispuestos a jugar el tiempo que haga falta”, dice.
El domingo en Ezcaray, por su parte, mezclará con uno de los ídolos locales, pero “la afición tendrá el corazón partido”. Y es que, Víctor Esteban, hermano de Gorka, espera el turno para reinar en casa.