madrid - Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) a sus 37 años aún disfruta y se divierte con el ciclismo, de ahí que se presente “con ganas y motivado, pero con los pies en el suelo” a su quinto Tour de Francia, cuya edición 103 comienza el sábado en Mont Saint Michel. Un fijo en los podios de las grandes vueltas desde 2012, pretende salir de la carrera francesa en las mejores condiciones para luchar por el oro en los Juegos de Río.
A sus 37 años aún está enamorado de la bicicleta. Será el secreto de afrontar su 16ª temporada.
-Me lo paso bien y eso es lo que valoro en estos momentos, sin pensar en la edad. El año pasado vine al Tour para la general y fallé, por lo que me dediqué a buscar etapas. Si en las carreras tengo que cambiar de rol no me entra la depre, no me importa trabajar para otros o hacer lo que haga falta. Estar en el Tour es un privilegio y hay que estar orgulloso.
¿Cómo llega al Tour y con qué objetivos?
-Llego muy bien, aunque hasta el momento no ha sido el mejor año que he tenido. La temporada la catalogo de aburrida. Ahora al Tour me presento con ganas y ambición, pero con los pies en el suelo porque a esta carrera van los mejores en gran estado de forma. Para mí un buen resultado sería estar al 100%, divertirme y marcharme feliz del Tour. Desde 2010 estoy en los podios de las grandes y ahora no voy a ir con exceso de presión, quiero salir con buenas sensaciones antes de los Juegos Olímpicos.
No habla de ganar, al menos alguna etapa.
-No me pongo como objetivo conseguir triunfos de etapa. El año pasado conseguí dos (Huy y Plateau de Beille). Quiero hacer una buena general. Es cierto que este año hay muchas etapas apetecibles. Desde la segunda, que ya tiene un repecho al final y podría ofrecer el maillot amarillo al vencedor, ya hay opciones interesantes. Luego hay tres etapas en los Pirineos, y aunque solo una llega en alto, las otras tienen dureza para intentar cosas. Luego conozco muy bien la etapa de Andorra y ese día me gustaría estar bien.
Ganar en Andorra, cerca de su casa, sería un buen regalo.
-Sí, sería la bomba, algo así como lo mejor que me podría ofrecer el Tour y mi carrera ciclista en general.
A juzgar por el recorrido, ¿que Tour cree que vamos a ver?
-El inicio tiene menos trampas que el año pasado, pero la segunda semana, con los Pirineos, será un termómetro para ver cómo está cada uno. La tercera será espectacular, una pasada, será una prueba de supervivencia, sobre todo la de Morzine, que la he visto y es tremenda. El Tour se decidirá en las últimas etapas, las etapas de los Alpes serán decisivas.
¿Y no teme las dos contrarreloj?
-Fui a ver la cronoescalada tras el Dauphiné y me gustó mucho. Es muy dura. A partir del kilómetro 3 la carretera se estrecha y se endurece bastante. La crono llana no es tan llana y puede poner en aprietos a más de uno.
Los favoritos, los de siempre: Froome, Quintana y Contador.
-Sí, si ellos están al 100% está claro que van a jugar otra liga, son corredores que del primer al último día no bajan la intensidad. Son los llamados al podio, pero si falla alguno hay que estar atentos, como en 2013, que falló Alberto y fui tercero. Luego en el segundo escalón ahí estaré junto a Alejandro Valverde, Fabio Aru, Vincenzo Nibali, Richie Porte, Thibaut Pinot o Romain Bardet.