Vitoria - Cuando faltan aún 13 días para la disputa de la décima edición del Triathlon de Vitoria, los primeros espadas que optarán al triunfo ultiman su puesta a punto en función de los planes de entrenamiento diseñados a la carta hace ya varios meses. Mientras que los hay que estiran sus últimas tiradas en sus lugares de origen -no en vano la participación extranjera de este año atraerá a Vitoria a 312 triatletas de 22 países-, los hay que prefieren adelantar su viaje hasta la capital alavesa para conocer los distintos trazados de primera mano y, de paso, cargar en su memoria las primeras sensaciones, aunque no sea la del próximo 10 de julio su primera participación en el “Tri de Vitoria”, como popularmentete se conoce ya a esta cita entre el pelotón triatleta.

Es el caso del extremeño Diego Paredes, vencedor en la edición del año pasado (8:33:00) tras un ajustadísmo final con Alejandro Santamaría, que este fin de semana acudió a Vitoria para participar en una quedada con seguidores del Triathlon, exponer en una charla con todos ellos las claves de su motivación para afrontar una prueba tan exigente como un ironman -en este caso estuvo acompañado por el director del Triathlon de Vitoria, Eduardo Martínez- y, de paso, entrenarse el sábado y el domingo en los alrededores de Landa junto a su hermano y un grupo de amigos locales entre los estaba Eneko Llanos, actual referencia vasca en la modalidad de triatlón, o el amateur Asier Urbina, que este año repetirá su particular ironman solidario (#ISGasteiz) con el objetivo de superar los 4.000 kilos de comida que logró en la novena edición y que fueron entregados después, como ocurrirá este año, al Banco de Alimentos de la capital alavesa. Si en el caso de Diego Paredes o Alejandro Santamaría el objetivo pasa por volver a ganar y embolsarse el premio económico, el reto de Urbina resulta igualmente ambicioso para un triatleta aficionado, bajar de las once horas en la modalidad Full. “El año pasado sufrí mucho, sobre todo en la prueba de maratón, pero el esfuerzo mereció la pena por todo lo que conseguimos. Ojalá este año sufra otra vez tanto porque eso será una muy buena señal”, concluye.