Javier Díaz (Bilbao, 1978) lo tiene claro: “O gano o me sacan con los pies por delante”. Esa es la filosofía que maneja el boxeador bilbaino, al que todos llaman Jabitxin y no se le escapa la sonrisa del rostro. Él lo tiene claro, contra Saúl Tejada se juega hoy muchas cosas en el frontón Bizkaia de Bilbao, pero, la más importante es el título estatal de los pesos gallo. “Es el día”, revela.
Acostumbrado a recorrer toda la geografía en busca de combates -ha peleado en Asturias, Andalucía, Catalunya, Islas Canarias, Madrid, Cantabria, Castilla y León y Galicia-, Díaz espera no verse superado por el ambiente. “Soy un poco vergonzoso. Espero que no me pese. Soy humilde y esta expectación abruma un poco”, sostiene Díaz. El mundo se le ha dado la vuelta al bilbaino, barrendero de profesión, que manifiesta que “no podría” compaginar su trabajo con el ring si siguiera de “carpintero”, como estuvo muchos años. Debutó en el ensogado profesional a los 34 años y la pelea por el Campeonato de España de hoy le vino cuando tenía los guantes ya colgados. “Esto es lo máximo para mí. Había colgado los guantes y me llegó esta oportunidad. Nunca he dicho que no a una pelea y esta no iba a ser menos”, admite el púgil bilbaino, quien analiza que “nunca se me había pasado por la cabeza que podía llegar este momento”. El combate significa mucho: “De esta pelea depende que siga en el ring. La mujer me tira mucho para que no siga, pero si gano el título habrá que defenderlo. Para continuar en el ring, hay que ganar”. Así, concreta Jabitxin Díaz que “este es el combate con mayúsculas. Yo he sido una persona que siempre he peleado fuera. No he tenido el hambre de ganar, porque siempre he estado de vuelta. Debuté con 34 años y me he limitado a disfrutar, pero aquí hace falta mala leche y a mí me falta. Vengo con las ideas claras, a ganar”.
Respecto a la batalla por el cinturón estatal, el vizcaino se cruzará con el leonés Tejada, con el que se ha enfrentado dos veces. “Saúl y yo no somos top estilísticamente, pero hemos peleado mucho. Va a ganar o el más listo o el más duro”, analiza el púgil, quien remata que “voy a pelear hasta el final. Saúl es duro, no se arruga, tiene experiencia y es correoso. Él tira para adelante siempre. Hemos peleado ya dos veces y fueron combates con mucho castigo”. En el de La Casilla -en noviembre de 2014-, afirma Díaz que les avisaron “con poco tiempo”. Fue a cuatro asaltos y severo. Acabó nulo. Por contra, analiza el bilbaino que “cuando peleamos en León, protagonizamos un combate muy duro. Él ganó por los puntos, pero creo que fue nulo”. Era la segunda pelea de Tejada en marzo de 2014. Ahora, se enfrentan en diez asaltos. “Va a ser largo. Somos dos boxeadores como carneros. Somos de tirar para adelante. Igual, depende de cómo vaya la pelea, me pongo a boxear y gano boxeando, o al revés”, agrega el púgil de la operadora MGZ. Debido a que serán diez toques de corneta, Díaz advierte que “hemos preparado la pelea a conciencia. Sobre todo, mentalmente. He nadado mucho, he corrido mucho, he hecho guanteos a diez asaltos... He hecho todo como siempre, pero más extenso”.
“el gusanillo del boxeo” A Jabitxin todo su alrededor le tira flores. Siempre tiene una sonrisa. “No me llevo mal con nadie. Soy una persona alegre. No tengo una mala cara para nadie”, dice. El boxeador, que puede coronarse a los 37 como campeón de España, comenzó con el kick boxing antes de pasarse al boxeo. “Me dijeron que iba bien y empecé a competir. Le cogí el gusto y he continuado hasta ahora”, declara Díaz, quien apostilla que “en profesionales me pasó algo parecido. No me podía retirar después de muchísimas peleas en el campo amateur sin probar el profesionalismo y he hecho ya 18. Tenía que saborear esto. La verdad es que son sensaciones distintas. Incluso, al principio me dije que iba a hacer cuatro peleas y ya, y ahora me juego el estatal. Siempre me han pasado las cosas así”. Por delante, en un Bizkaia a reventar tiene el Día D.