logroño - La visión de Álvaro Untoria (Nájera, 1990) en abril del curso pasado no fue un espejismo. Estaba el riojano con Oinatz Bengoetxea en lo alto del cajón del Parejas de Primera en una suerte de resurrección desde las cenizas, desde Segunda, sustituyendo a Andoni Aretxabaleta, íntegro hasta el tuétano. Pasados ocho meses, situados ambos en Zumaia en la presentación del Parejas, el leitzarra le quitó cualquier presión a su compañero de gerriko, porque la repetición del título era una efeméride. No había presión. Sin embargo, la trayectoria no comenzó a gusto: dos derrotas. La primera, aseada; mientras que la segunda, ante Irujo-Rezusta, invitó a que pasaran por el diván. Ganaron los cuatro siguientes, perdieron dos y volvieron al triunfo el pasado viernes en Bilbao. Siguen en la pelea por las semifinales cuando parece que hay solamente un puesto por ellas. Ezkurdia-Barriola no pierden pie y, a juicio del najerino, Altuna III-Merino II “son peligrosos”.
Cuenta Untoria que “estoy disfrutando como el que más. Quizás comencé con dudas. El partido contra Irujo-Rezusta fue el punto de inflexión: había que tener la cabeza fría y empezar de cero. Desde entonces, he ido a más”. Quedaron en diez ante los actuales líderes de la competición. “Pudimos darle la vuelta a ese partido, que fue malo y ellos jugaron mucho. Después de dos derrotas, nadie daba nada por nosotros; ganamos cuatro seguidos y parecía que estábamos clasificados. Ni lo uno ni lo otro. Son catorce jornadas y hasta que no estás clasificado no valen las cuentas”, agrega el guardaespaldas riojano, que necesitaba disfrutar, quitarse la vitola de debutante como titular. “El hecho de ser campeones no me metió presión. Hay parejas como Irujo-Rezusta, Aimar-Urrutikoetxea, Artola-Albisu o Altuna III-Merino II que partían como favoritos. De hecho, creo que, a priori, era uno de los campeonatos más igualados que se ha montado en los últimos años. Por ello, no teníamos responsabilidad ninguna”, asiente el riojano, quien poco a poco se acerca a la versión del curso anterior, a aquella imagen en el Bizkaia, o a la de Irun. “En Bilbao me encontré bien. En cuanto a sensaciones me estoy acercando mucho al Untoria del año pasado”, certifica.
Así las cosas, instalados en la cuarta posición, tienen hoy una prueba importante en Iruñea ante Irribarria-Merino (18.45 horas, ETB-1). “Ahora empieza el campeonato. Esto es otra cosa distinta. Cada partido vale muchísimo porque son enfrentamientos directos. Hay que luchar cada día como si fuera una final. Por delante tenemos partidos muy complicados (Aimar-Urruti, Irujo-Rezusta, Altuna III-Merino y Ezkurdia-Barriola), así que hay que intentar sumar al máximo en el Labrit”, admite Untoria. Y es que, el leitmotiv del dueto no es otro que trabajar y vaciarse. Son resistentes. Clase obrera y alma estajanovista. Fuego y gasolina. Hoz y martillo. “Somos una pareja, nos apoyamos en todo y estamos al cien por cien el uno con el otro. Eso es vital. Confiamos mucho. Sabemos que esto es un campeonato y tenemos que hacer lo que sabemos. Tenemos que apoyarnos hasta el final. Vamos poco a poco sumando y encontrándonos mejor”, remata Untoria.