vitoria - El pasado jueves, día de Noche Buena, y en el frontón vitoriano de Adurtza, los aficionados esperaban con muchas ganas la gran final de pala corta del XXXV Torneo Social del Club Adurtza de pelota. No era para menos teniendo en cuenta el gran nivel de los cuatro palistas que se iban a encontrar en la cancha. El frontón es el escenario ideal para disfrutar de un juego rápido y habilidoso del que los navarros saben sacar provecho. Y lo hicieron. Pronto, los azules se marcharon en el marcador con ventajas sustanciales. Muy seguro atrás Atxabarren y fino su compañero Mitxel, un delantero pequeño pero vivaracho que empala de maravilla. Sin embargo, Sanz, un portento físico, fue asumiendo responsabilidad y protagonismo -en demasía algunas veces- para acercar a la pareja en el marcador. Igualado a partir del tanto 15 pero siempre con ventajas para los azules. Las mejores jugadas fueron de su parte, pero la regularidad fue en favor de los contrarios. Salinas, algo tímido quizá, se veía atropellado con las pocas pelotas que le dejaba su delantero, que a la vez le quitaba, muchas veces con acierto y otras no tanto, las pelotas más adecuadas para hacer daño desde atrás. Etxabarren no pasaba muchos problemas y los baches de Mitxel eran superados por los aún mayores del dúo colorado.

Además de la final de pala, Adurtza vivió el jueves otras tres finales. En pala de iniciación, Markel Tulebras y Enaitz Juménez se impusieron a Sergio Jareño y Iker Castillo por 25 a 24. En mano infantil, Altube y Estíbaliz ganaron a Letona y Martínez por 18 a 10, mientras que en mano juvenil, Bengoa y Eulate se levaron las txapelas ante Errarte y Martínez por 22 a 13.