vitoria - Como bien han notado los aficionados del Baskonia, la temporada que está protagonizando el conjunto de Velimir Perasovic no tiene -afortunadamente- prácticamente nada que ver con las numerosas carencias mostradas en cursos precedentes. Sin embargo, a la escuadra azulgrana todavía le queda un importante examen al que someterse. Uno que fue incapaz de superar casi en todas las ocasiones en las que lo intentó en las anteriores campañas. Y es que cada vez que el Laboral Kutxa afrontaba una jornada de la ACB como visitante después de haber ostentado idéntica condición en el encuentro precedente de la Euroliga salía seriamente escaldado. Algo que tratará de evitar a toda costa mañana domingo en Zaragoza.

El plantel vitoriano se enfrentó el jueves al Olympiacos en Atenas, teniendo que hacer frente ayer viernes al siempre cansado viaje de regreso. Tras poner los pies de nuevo en casa al mediodía por la tarde los jugadores realizaron una sesión de entrenamiento y hoy sábado viajarán otra vez, en esta oportunidad hasta la capital aragonesa para medirse a partir de las 13.00 horas de mañana al CAI.

Un trajón evidentemente nada recomendable para poder ofrecer sobre el parqué del Príncipe Felipe sus mejores prestaciones pero al que el equipo debe sobreponerse si desea dejar atrás definitivamente las debilidades que le han apartado en los últimos años de las posiciones de privilegio que acostumbraba a ocupar.

Hasta el momento, el combinado de Velimir Perasovic había contado con la ventaja de no verse obligado a afrontar dos desplazamientos consecutivos. De esta manera, siempre que había actuado lejos del Buesa Arena en una de las dos competiciones inmediatamente después se encontraba con un compromiso al calor de su público.

Pero el calendario no entiende de concesiones y ha llegado el momento ya de que el equipo ponga a prueba su consistencia. Al menos, cuenta con la pequeña ayuda de que su compromiso continental tuvo lugar el jueves y el doméstico no llegará hasta mañana domingo, por lo que contará con un día más de descando y preparación de lo que venía siendo habitual hasta ahora, cuando el Baskonia actuaba jueves y sábado o viernes y domingo. El esfuerzo, no obstante, deberá ser importante para tratar de recuperar el cuerpo del esfuerzo de Atenas y la mente de las malas sensaciones ofrecidas en esa contienda.

Y es que el combinado azulgrana firmó probablemente ante el coloso ateniense uno de sus partidos más pobres del curso. Está obligado por lo tanto a hacer borrón y cuenta nueva para volver a mostrar la cara solvente y fiable con la que ha vuelto a encender la ilusión de los aficionados. Enfrente, estará un CAI Zaragoza muy necesitado de enmendar su errático rumbo en el que se estrenará Andreu Casadevall en el banquillo tras el despido de Ruiz Lorente.