Madrid - El clásico ofrece esta tarde en su primera entrega en el Santiago Bernabéu (18.15 horas) un duelo que marcará a Rafa Benítez en el banquillo blanco y el reencuentro de los dos mejores tridentes del mundo: Bale-Cristiano-Benzema contra Messi-Neymar-Suárez. Las lesiones de Bale y Benzema por el bando madridista y de Leo Messi por el azulgrana, han privado a los dos transatlánticos de disfrutar de referentes de sus plantillas buena parte de la temporada. Vuelven los mejores tridentes ofensivos del mundo justo a tiempo.
Se presenta en la casa blanca el choque en el momento más delicado de Benítez desde que llegó al Real Madrid. La imagen conservadora dejada en el Vicente Calderón, para acabar cediendo un empate, y la derrota de Sevilla, la primera que encaja en la temporada, pero sobre todo la pobre imagen dejada en la segunda parte del Sánchez Pizjuán, han sembrado una duda que el técnico tiene que despejar. Se espera su once y la mentalidad con la que el Madrid salga en el duelo ante su eterno rival. Benítez lo sabe y lanza un mensaje de fútbol ofensivo en rueda de prensa pero dentro maneja aspectos puramente deportivos y estadísticos. Las altas esferas del club y la afición se mueven en otros parámetros. Una nueva suplencia del colombiano James Rodríguez o la ausencia en punta de Benzema por la búsqueda de mayor equilibrio desatarían la crítica si el resultado no es favorable.
Pero Benítez tiene tablas y sabe el terreno que pisa. Cada derrota es un terremoto en el Real Madrid y es consciente de lo que provocaría encajar dos seguidas. Por primera vez en meses dispone de toda su plantilla. Enfermería vacía y jugadores para elegir en función de cansancio, ritmo de competición y molestias que aún arrastran. La duda a despejar que define el puzzle la representa el brasileño Casemiro. Su presencia o ausencia es un mensaje. Ha jugado los nueve últimos partidos de titular y se ha ganado el puesto. Con toda la plantilla a su disposición por segunda vez en la temporada, todo indica que Benzema iniciará de suplente. Los temas extradeportivos que le acechan pueden invitar a esa decisión a Benítez, que sabe que con el francés en el campo su equipo gana. Fija a los centrales, da libertad a Cristiano Ronaldo y sus desmarques de arrastre también son aprovechados por Gareth Bale. La BBC volverá a juntarse durante el clásico, no parece que de inicio. Si estarán en el once titular el costarricense Keylor Navas, recuperado de su sobrecarga muscular, y el capitán Sergio Ramos, que se volverá a infiltrar su maltrecho hombro. Con el brasileño Marcelo recuperado en el lateral izquierdo y un pulso en el derecho que puede caer del lado de Dani Carvajal, también con el alta médica, en detrimento de Danilo. El laberinto de Benítez se inicia en el centro del campo. Con Modric fijo hay dos plazas para cuatro jugadores: Casemiro, Kroos, Isco y James. El colombiano reapareció en Sevilla y dijo que estaba para hacerlo antes. Lo demostró con su nivel y jugando dos partidos completos con su selección. La pelota está en el tejado de Rafa. El técnico del Madrid asumió el papel de favorito y negó que esté preocupado por su futuro: “Me juego, como todo el madridismo, tres puntos importantísimos para estar peleando por la liga hasta el final. Lo que más me preocupa es lo que está sucediendo a nivel mundial. Me solidarizo con las víctimas de los atentados, que eso sí es bastante grave y preocupante”.
Alta para messi Mientras, el Barça visita el Bernabéu con Messi con el alta médica y dispuesto a asestar un golpe al Madrid que, aunque no sería ni mucho menos definitivo a estas alturas del campeonato, le permitiría consolidarse en el liderato y distanciarse en seis puntos de su gran rival. Luis Enrique, que no confirmó si Messi jugará de inicio o arrancará desde el banquillo, como todo indica, aseguró que el conjunto merengue no es superior al suyo: “El Madrid tiene juego corto, tiene juego largo, tiene transiciones, tiene estrategia, es uno de los mejores equipo de Europa y, por lo tanto, del mundo, pero no creo que sean superiores a nosotros”. - Efe