Bilbao - Las seis personas acusadas dentro de la operación Estrobo, una supuesta trama contra la salud pública relacionada con Urdaibai en el año 2010, fueron absueltas ayer por el Juzgado de lo Penal número 1 de Bilbao al considerar que no está “suficientemente acreditado” que durante la temporada de traineras ninguno de los procesados suministrara a los deportistas sustancias dopantes, y, por lo tanto, pusieran en peligro la salud o la vida de estos. La jueza señala que el “ofrecimiento o distribución” de sustancias dopantes tiene que suponer un peligro real: “El peligro para la vida o la salud no se erige en una mera posibilidad, debe ser una realidad que se ha de comprobar y demostrar producida”. Aun así, en la sentencia sí viene reflejada la adquisición de las sustancias por parte del club de Bermeo, aunque en este caso no se juzga la posesión de productos dopantes, si no que se haya dañado la salud de los remeros.

La vista oral se celebró del 2 al 6 de noviembre y en ella comparecieron diez imputados. El exciclista Antonio Arenas, Sonia Boubeta, esposa del entonces entrenador de la Bou Bizkaia, José Manuel Francisco; y Ángela Angoitia y Mercedes Romano, dos farmacéuticas de Bizkaia y Extremadura, respectivamente, ya fueron absueltas antes de la conclusión de la vista oral. Por su parte, Borja Garay, médico ese curso de Urdaibai, y Teresa Mesa, vieron reducida la petición de pena, mientras el propio Francisco, el médico Marcos Maynar, el expresidente Josu Zabalondo y la ATS Arantza Ormaza se enfrentaban a una pena de cárcel de dos años y seis meses.

Uno de los hechos probados más destacados es la adquisición de eritropoyetina EPO y Aranesp por parte del club de Bermeo. Teresa Mesa reconoció durante la vista oral haber realizado tres envíos con estas sustancias a la localidad vizcaína, dos llegaron y uno se perdió. La defensa firmó que en los paquetes no había ninguno de estos productos, sino que estaban compuestos por piezas de bicicleta. El tribunal desestimó esta tesis debido a que “no existe rastro alguno” de la existencia de estas piezas. También se acreditó la presencia de Marcos Maynar en Bermeo y que después de esta visita mandó tres paquetes, algo que el propio médico reconoció, justificando que eran complementos para una máquina encargada de calcular la carga de los remeros. También queda probada la compra de Maynar de diversos productos no permitidos para el uso deportivo y que el galeno extremeño declaró haberlos obtenido para una utilización diferente y no relacionada con Urdaibai. Sin embargo, la jueza afirmó que existen “auténticos contraindicios” para acreditar la suministración de esas sustancias a los remeros de la Bou Bizkaia.

Además, tampoco quedó acreditado que las sustancias mencionadas durante el juicio supusieran un “peligro concreto” para el deportista y en la sentencia se recuerda que “la nocividad del producto en sí misma no es suficiente para entender acreditada la existencia de ilícito penal, siendo necesario acreditar la concreta actividad dopante que ponga en concreto peligro la salud de los deportistas”. Asimismo, el entonces médico de Urdaibai, Garay, reconoció durante la vista oral haber suministrado bicarbonato y suero a los remeros por vía intravenosa, algo permitido por el reglamento en aquella época y que no supone un peligro en condiciones neutras para la salud. El propio galeno también se enfrentaba a la falsificación de una receta. La jueza no consideró que existiera perjuicio por coger la receta a su compañero y por eso también decidió absolver al imputado por este tema.

A pesar del fallo del Juzgado de lo Penal número 1 de Bilbao, cabe la posibilidad de presentar un recurso de apelación a la Audiencia Provincial de Bizkaia. La acusación deberá realizar este procedimiento en un plazo de diez días hábiles, contados desde el momento de la notificación. Una situación que alargaría todavía más un caso que ya dura más de cinco años y que vive sus capítulos finales en los que los acusados comienzan a sentirse aliviados después de que la justicia les diera la razón.