Nueva vida tras caer los focos
Cinco exdeportistas narran cómo afrontaron el difícil paso de la retirada
vitoria - Reiniciarse. Empezar de nuevo. Cuando llega la hora de colgar las botas al deportista le viene una sensación de angustia, de vacío. Así lo han expresado muchos de ellos en el momento de su despedida. Es el adiós a una época dorada. De estar en el foco mediático y sobre todo, es el cierre de un periodo del que han disfrutado de lo que les apasiona y que les ha tenido volcados hasta el momento de la retirada.
Ya desde ese momento empieza una nueva etapa. Toca resetearse. Cambiar el chip. No siempre es fácil. DNA ha reunido a cinco ejemplos de deportistas que han sabido adaptarse a su nueva vida: el exfutbolista albiazul Lluís Codina, el exjugador de baloncesto Juan Pinedo, el exciclista Joseba Beloki, el expelotari Aitor Pinedo y el extaekwondista Aritz Itxisoa.
Añoranza y vacío
Pena, añoranza y cierto alivio. Esos son los recuerdos de los protagonistas de este reportaje cuando se les cuestiona sobre los sentimientos que vivieron cuando les llegó la hora de retirarse. “Una pena”, comenta Lluís Codina. El jugador catalán, aún hoy, cinco años después de colgar las botas, añora las sensaciones que vivía en la caseta. “Echo mucho de menos el calor y el ambiente del vestuario”, se sincera. El catalán reconoce que son momentos duros en los que repasas toda tu carrera. “Dejas algo que has vivido con mucha pasión y eso cuesta”, rememora emocionado mientras agradece a su vez las amistades que ha ido cosechando por el camino durante sus 19 años de profesional.
Tanto tiempo en la elite no estuvo Joseba Beloki (9 años), pero la sensación de vacío es similar. En el caso del exciclista es clave “saber ubicarte y tener claro a qué vas a destinar tu tiempo, ya que no me podía permitir vivir sin trabajar”, apunta. Para el tres veces podio del Tour fueron momentos difíciles. “Me costó aceptarlo”, se sincera, ya que lo dejó “cabreado y con mucha rabia acumulada”.
Complicado también fue para Juan Pinedo. El exjugador de baloncesto tiene claro que “fue un shock bastante fuerte”. Le costaba asumir dejar algo que había sido “su máxima ilusión”. Al menos, para este profesor ya jubilado su retirada vino atenuada en parte por el hecho de tener ya encaminado su futuro laboral. “Fue duro, aunque algo menos traumático, ya que seguido cambié el pantalón corto de jugador por la chaqueta y corbata de entrenador”.
La situación que vivió Aitor Pinedo, por su parte, fue bastante distinta. Para el pelotari no fue tan difícil aceptar que ya había llegado la hora de decir adiós. “Lo vas madurando. La vida del deportista es la que es y eso es algo que ya tenía asumido”, apunta el manista vitoriano. Además, a su favor jugaba que “ya tenía en mente otra cosa”. Eso sí, también reconoce que “da pena”, aunque para el que fuera zaguero de Asegarce tampoco fue algo “traumático”. “La rutina del día a día hace que se te olvide”.
El caso de Aritz Itxisoa es diferente ya que el extaekwondista tenía “ganas de cambiar de aires” al estar “cansado psicológicamente del entrenamiento diario” por lo que no le dio tanto bajón. Además lo dejó con buen sabor de boca.
Dudas ante el futuro
Las preocupaciones y miedos una vez conscientes de que el deporte llegaba a su fin son distintas, aunque las dudas sobre lo que les depararía el futuro es común en todos. “Lo que más me preocupaba era la formación. Cuando te dedicas profesionalmente a un deporte, es un aspecto que dejas y cuando te retiras ves que te falta algo y te entran dudas”, asegura Beloki.
Aitor Pinedo se hacía otro tipo de preguntas. El pelotari no había dejado la formación de lado pero desconocía “si tendría recorrido fuera del deporte”. “Hasta ahora, había estudiado y jugado a pelota. Nunca había trabajado y te cuestionas si puedes ser válido para lo que vas a hacer”.
Esa inquietud no estaba presente en el caso de Juan Pinedo, ya que como bien reconoce “ya estaba fichado para la enseñanza en San Viator”, mientras aún ejercía su carrera profesional como entrenador. “No me dio tiempo de tener esos altibajos emocionales que vivieron otros compañeros. Miedo no sentí porque ya sabía lo que me esperaba”.
Algo similar era la situación de Itxisoa. También dedicado a la enseñanza, era consciente de que “el deporte tiene un tiempo concreto” y por eso fue allanando con sus estudios la vida que llegaría después para afrontarlo con menos contratiempos.
En el caso de Codina, al exalbiazul lo que más quebraderos de cabeza le daba era no poder ejercer la que sigue siendo su vocación: la enseñanza. “No descarto ejercer de profesor que es lo que realmente me gusta. Es vocacional. Pero tantos años en el mundo del fútbol, que al final por amistades y contactos siempre encuentras un trabajo que está relacionado”.
Pese a todo, el exfutbolista ha sabido darle la vuelta y no ha querido resignarse a dejar de lado su vocación. Por eso, ha aprovechado sus dotes para enseñar cuando ha estado de segundo entrenador o con los chavales del fútbol base en Eibar, además de echar un cable en los estudios de sus dos hijas. Maestro Codina.
Agradecen ser uno más
El caso de todos ellos es muy distinto, debido a la repercusión que tienen sus deportes. Sin embargo, lo que dejan claro al unísono es que no echan de menos estar en el foco mediático. Este aspecto era algo secundario para este grupo. “Teníamos que estar en los medios, porque es parte de nuestro trabajo, ya que así estás en contacto con el aficionado”, recuerda Codina. “No he sido de esos a los que le guste el famoseo”, añade al respecto Beloki. “No me disgustaba salir en los periódicos, pero ese tampoco era mi objetivo”, apunta al respecto Itxisoa.
Deportistas con los pies en el suelo como recalca Codina. “A veces parece que el futbolista vive en otro mundo y no es así”, zanja. Por eso, él recuerda con agrado cuando debía acudir a actos oficiales con el club, bien a hospitales a visitar a niños o dar charlas en la cárcel. Era otra época. En el centro de los focos. Algunos incluso firmaban autógrafos. Eso ya ha quedado atrás. Sin embargo, lo que aún perdura es el cariño de la gente como bien recuerda el propio jugador catalán, quien aún se sonroja cuando le reconocen por la calle. “Que te recuerden lo de Zipi y Zape es algo que te emociona y que te hace ver que has calado entre la gente, algo que se agradece y mucho”. Esta sensación también la comparte Beloki. “Me hace ilusión cuando la gente te para, pero sin eso también podría vivir”.
De una opinión similar es Aitor Pinedo. “Eso no me quitaba el sueño. A mí lo que más ilusión me hacía era cuando un niño venía a pedirme una foto. Lo otro me daba igual”.
Por su parte, Juan casi hasta lo agradece. “Yo era muy tímido y a mí eso me daban mucha vergüenza. No era mucho de salir en la prensa y estar en la palestra, por lo que es algo que no me afectó, aunque se que hay otros deportistas que les cuesta llevarlo”.
Saber adaptarse
Fin a los entrenamientos, adiós a horas en el gimnasio, sobre el parqué, en la carretera o en el frontón. ¿Y ahora qué? ¿Cuál es la clave para reinventarse? Cada uno tiene su receta y a todos les ha funcionado. “Lo principal es haber aprovechado el tiempo y no haber dejado de lado la formación. Tener claro que la educación era clave ha sido para mi fundamental”, explica Aitor Pinedo, ya que en su caso durante su carrera como pelotari pudo ganar dinero, “pero no lo suficiente como para vivir de las rentas”.
A juicio de Juan Pinedo es clave “tener la cabeza bien amueblada”. “No hay que vivir del pasado y hay que ser conscientes y saber dónde se está”. Y es que el exjugador del Baskonia ha conocido casos de profesionales que distorsionan la realidad y luego lo pagan muy caro. “Hay gente que sigue instalada en la nube y luego recibe un golpe de realidad y se cae, por lo que se debe tener los pies en el suelo”.
En resumen “ser una persona normal”, algo que comparte Codina. “Para mi fue clave superar el hecho de no poder dedicarme a la enseñanza y ver que podía ejercer esa vocación en el fútbol”. Otro aspecto fundamental es, en opinión de Beloki, “el trabajo diario y las ganas de aprender”. “He hecho desde escribir en prensa a hablar en la radio y la evolución desde el primer día a hoy es impresionante y aún sigo con ganas de aprender más”, apostilla el que en su día fuera el principal rival de Armstrong en el Tour. Opinión compartida por Itxisoa. “Hay que formarse, el deporte se iba a acabar antes o después”, zanja.
Sacrificio y disciplina
El hecho de haberse ganado una reputación y tener un nombre puede ayudar a la hora de embarcarse en diferentes etapas de la vida laboral. Sin embargo, en lo que coinciden todos es que el deporte les ha ayudado para mantener una disciplina en el día a día que han sabido exportar a sus diferentes trabajos. “El deportista que ha sido disciplinado, serio y trabajador, también lo es en los estudios y en su profesión”, comenta Juan Pinedo. El técnico no tiene dudas de que “quien ha tenido que luchar en su etapa deportiva, exporta ese espíritu combativo a su vida diaria”.
Luchadores en todos los frentes como acotan Codina e Itxisoa. “La mayoría somos gente muy disciplinada, con espíritu de sacrificio y eso es clave para poder lograr más cosas”, explica el exalbiazul. “El deporte siempre te da un plus y te enseña unos valores. Aprendes que para conseguir tus metas, tienes que esforzarte”, comenta en sintonía Itxisoa. Nunca se rinden. “Es el espíritu de superación del deportista”, acota el que fuera mediapunta del Alavés.
“Sabemos lo que cuesta conseguir las cosas, porque el deporte te enseña disciplina y sacrificio”, advierte Aitor Pinedo, quien aclara que “pese a que el deporte te puede abrir alguna puerta más, luego tú tienes que dar el callo”. Otro aspecto a tener en cuenta como añade Beloki es la incertidumbre con la que vive el deportista año tras año, algo que “curte”. “A lo que está preparado es a no saber lo que le espera el año que viene, que tiene que estar ojo avizor y eso te hace espabilar mucho para el día a día”.
Edad. 42 años.
Trayectoria deportiva. Euskaltel - Euskadi, Festina, ONCE, Brioches La Boulangère, Saunier Duval, Liberty Seguros y Astana.
Currículum deportivo. 3º en el Tour de 2000 y 2001, 2º en el Tour de 2002. 3º en la Vuelta a España de 2002. Victoria en la CRE del Tour y triunfos parciales en la Euskal Bizikleta (2), Alcobendas y Vuelta a Asturias.
Formación académica. Delineante y director deportivo de equipos ciclistas.
Carrera profesional. Ha formado parte de la estructura de Baqué, ha estado metido en la industria ciclista (proyecto Cosmos), además de comentarista de radio y conferencista.
Edad. 42 años.
Trayectoria deportiva. Espanyol B, Alavés, Leganés, Nástic y Eibar. 19 temporadas.
Currículum deportivo. 6 ascensos como jugador -4 de 2ª B a 2ª (Alavés, Nástic (2) y Eibar)- y otros dos de Segunda a Primera -Alavés y Nástic- y un ascenso como técnico de 2ª B a 2ª con el Mirandés de Pouso.
Formación académica. Magisterio, Educación Física, Director Deportivo y los tres niveles de entrenador Nacional (A, B y Pro).
Carrera profesional. 2º entrenador del Mirandés cuatro años, un año responsable de metodología del fútbol base del Eibar y labores de scouting para la secretaría técnica del Eibar.
Edad. 40 años.
Trayectoria deportiva. Escuela de Mendizorroza, Zidorra y profesional durante 11 temporadas con la empresa Asegarce.
Currículum deportivo. Campeón y subcampeón de Segunda en profesionales. En aficionados, campeón de Euskadi, de España y del Mundo y de Álava, en todas las categorías y modalidades (mano, parejas y cuatro y medio).
Formación académica. Ingeniería técnica, inglés y técnico en prevención de riesgos laborales.
Carrera profesional. Está al frente de la empresa L&CO Prestaser, dedicada a instalaciones deportivas, cubiertas y pavimentos. Gestiona todos los campos deportivos de Vitoria.
Edad. 67 años.
Trayectoria deportiva. San Viator, KAS y Baskonia, como jugador (9 años). Baskonia, seleccionador juvenil español con Aíto García Reneses y seleccionador español sub’23 con Pepe Laso.
Currículum deportivo. Ascenso a Primera división con el Baskonia como jugador. Campeón de España de minibasket con Corazonistas y seis veces campeón de España junior con San Viator.
Formación académica. Ingeniería técnica, magisterio y profesor de IVEF.
Carrera profesional. 35 años en San Viator, en un inicio como profesor de Educación Física y después impartió clases de Ciencias e Informática pedagógica.
Edad. 34 años.
Trayectoria deportiva. Wharang, K-2 y Do Chang.
Currículum deportivo. Bronce en el Mundial senior 2005, bronce en el Campeonato de Europa senior 2005. Cuatro medallas de oro en el Campeonato de España Absoluto y dos medallas de bronce en la Universiada.
Formación académica. Ingeniería industrial, EGA, nivel advanced de inglés y master de profesorado.
Carrera profesional. Tras retirarse trabajó dos años en la empresa URSSA y desde el año 2010 se incorporó a la plantilla del colegio Marianistas donde imparte clase de ciencias, matemáticas, tecnología y física.