Vitoria - No es oficial -hasta el 1 de agosto no se abre el mercado de fichajes- pero sí oficioso. Después de firmar la mejor temporada de su incipiente carrera -su mayor éxito fue el tercer puesto en el pasado Giro de Italia-, el ciclista alavés del Astana, Mikel Landa, correrá las dos próximas temporadas en el Team SKY británico del más que probable vencedor este año en el Tour, Chris Froome, a razón de 1,5 millones de euros por campaña, según diversos medios especializados. El potencial demostrado en los últimos meses por el corredor y las garantías que ofrece su rendimiento han llevado a la poderosa escuadra británica a fichar al ciclista de Murgia como apuesta de futuro, concediéndole rango de líder, de momento, en las próximas ediciones del Giro y la Vuelta a España. La decisión de Landa y su agente, Michele Aquadro, fue firme hace unos días después de sopesar el abanico de ofertas que tenía encima de la mesa, entre ellas las del Katusha, el BMC, el Movistar de Eusebio Unzúe y el propio Astana, una opción que el zuyano nunca contempló después del amargo trato recibido en los últimos meses. En ese tiempo, Landa no encajó nada bien la falta de sensibilidad de la escuadra kazaja durante la enfermedad que sufrió en invierno -un citomegalovirus-, y sobre todo la falta de respeto durante el paso Giro, donde resultó evidente la falta de ayuda que recibió en las etapas de alta montaña aún siendo el de Murgia el más fuerte esos días del pelotón. Landa acató la orden, plegó velas y se limitó a ayudar a su compañero y jefe de filas, F abio Aru. Pero no olvidó. Por eso ahora que su contrato expiraba se tomó la merecida revancha para reivindicar el papel que se merece dentro del ciclismo internacional. Un papel que, de momento, le convierte en segundo líder tras Froome y le garantiza mucha más libertad de actuación, no pasando por su cabeza, de momento, hacer saltar la banca del Tour, donde Froome es intocable para el SKY. Antes de probar suerte en la ronda gala correrá de nuevo el Giro de Italia y debutará en la Vuelta a España como líder, previsiblemente acompañado de dos amigos como Beñat Intxausti y Mikel Nieve. El fichaje por el gigante británico vuelve a colocar de nuevo al ciclismo alavés en el panorama internacional.