Vitoria - El Araberri ya se prepara para una nueva andadura en la LEB Plata más atractiva en los últimos tiempos. Hechos a priori los deberes en los despachos, no así en la pista donde el conjunto vitoriano certificó la pasada temporada un descenso traumático tras ganar exclusivamente dos partidos y ver desfilar a un ingente número de jugadores y entrenadores por Mendizorroza, el club presidido por Óscar Vázquez está pendiente estos días de recibir el visto bueno de la Federación Española para disputar su quinta campaña de la historia en la categoría de bronce del baloncesto estatal. Aunque extraoficialmente las noticias que llegan desde Madrid son positivas, toca aguardar hasta el final del proceso para comenzar a planificar la próxima temporada. En este sentido, uno de los episodios que deberán ver la luz cuanto antes es el de la continuidad de Saénz Horeca como mecenas principal, una opción que en el club esperan que vuelva a repetirse habida cuenta de la buena relación existente entre ambas partes. A partir de ahí, tocará concretar la llegada del entrenador -en estos momentos la entidad maneja dos opciones muy claras, siendo una de ellas además la que más satisface a la junta directiva- y a continuación el esqueleto de su plantilla, que según reconoció ayer el presidente del club, “volverá a tener un nítido color vitoriano como exige la filosofía del club”. En este escenario, el Araberri ya es consciente de que deberá configurar un proyecto competitivo para dar la cara en una competición que se ha puesto muy cara debido a la identidad de los rivales. A juzgar por el rendimiento ofrecido la pasada temporada, difícil no será.

La próxima temporada coincidirá con varios históricos de la canasta y con otro puñado de equipos con un presupuesto sensiblemente superior que le obligarán a hilar fino en materia de fichajes y firmar una trayectoria regular. Después de que el 3 de julio acabase el plazo federativo para presentar las solicitudes de inscripción en LEB Plata y aportar la documentación exigida con el fin de ser admitido, los rectores han decidido ampliar el número de conjuntos pasando la categoría de quince a dieciséis. Del pasado ejercicio sobreviven clásicos como el Zornotza, el Tarragona, el Barcelona, el Óbila, el Xuven Cambados o el Marín PeixeGalego. Sin embargo, los nuevos inscritos prometen elevar el prestigio de la competición al tener experiencia en la ACB y, por ejemplo, haber desfilado en infinidad de ocasiones por el Buesa Arena para enfrentarse al Laboral Kutxa.

Históricos como Granada Son los casos del refundado Fundación Lucentum -su nuevo propietario será a partir de ahora el Consistorio alicantino tras la disolución del anterior equipo-, y el Ciudad de Valladolid, encabezado por un histórico como Mike Hansen y que toma el relevo del clásico Fórum. Ambos no partirán en teoría con objetivos muy ambiciosos y van a hacer una decidida apuesta por la cantera, aunque no cabe duda de que su pasado les obligará a medio-largo plazo a tratar de ir subiendo peldaños en el mundo de la canasta para recuperar el esplendor perdido. Dos filiales como el Clínicas Rincón, vivero del Unicaja en el que se han fogueado jóvenes que militan hoy en día en la élite, y el CAI Zaragoza también se suman a partir de ahora a la categoría. Otra ciudad con cultura y tradición de baloncesto antes de que estallara la crisis, concretamente Granada, también recuperará su espacio de la mano de la Fundación CB Granada. Jesús Fernández, el incombustible pívot que ya cumple 40 primaveras, promete ser el rostro más conocido de un torneo semi-profesional en el que los salarios de los jugadores son en muchos casos irrisorios.

Una Liga, en definitiva, cargada de alicientes que se antoja perfecta como escaparate para las futuras promesas y costosa para entidades con presumpuestos limitados como el Araberri, que ya ha echado cuentas en torno al mayor número de desplazamientos a los que tendrá que hacer frente en unos meses. “Va a ser una categoría muy bonita donde esperemos disfrutar y, desde luego, sufrir muchos menos de lo que lo hicimos el año pasado”, concluye el presidente del Araberri, Oscar Vázquez.