BILBAO - Al sol kazajo, al que alumbró durante años el maillot celeste del Astana, le persigue la sombra, el eclipse del dopaje, o eso es lo que entiende la Unión Ciclista Internacional, que solicitó a la comisión de licencias del Pro Tour la retirada al conjunto que dirige Alexandre Vinokourov del permiso para correr el World Tour después de que el Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad de Lausana, no lograra despejar las dudas sobre el compromiso del Astana en la lucha contra el dopaje. Según informó L’Équipe, portavoz en papel del Tour, las investigaciones de la Universidad de Lausana sobre el Astana, que contabiliza cinco casos de dopaje desde septiembre pasado, -los hermanos Valentin e Igor Iglinskiy, Ilya Davidenkov, Viktor Okishev y Artur Fedosseyev-, concluyeron que en su seno conviven dos almas, dos estructuras, una kazaja y otra italiana, entorno a Nibali, último ganador del Tour, y que “entre el discurso de los dirigentes de Astana y la realidad hay una gran diferencia”, según L’Équipe. Para la UCI, las palabras no casan con los hechos y eso constituye el principal motivo para solicitar la retirada de licencia.
La escuadra kazaja recibió la licencia proTour el pasado 4 de diciembre al considerar la comisión de licencias que tres de los casos positivos que salpican al equipo, los de Davidenkov, Okishev y Fedosseyev, tuvieron lugar en su filial de formación, si bien condicionó esta decisión a una posterior auditoría de la Universidad de Lausana. Dado que el escrutinio ha sembrado de dudas la actuación de la estructura kazaja, la UCI pidió a la comisión de licencias que retirase la del Astana, algo que es posible gracias a la reforma de la reglamentación que permite excluir a los equipos en cuyo seno haya habido dos positivos en el transcurso de doce meses.
Decide la comisión Con todo, la decisión de la retirada de licencia la deberá adoptar la comisión. Para ello, el organismo se reunirá “en los próximos días”, tal y como informó L’Équipe. En caso de que la comisión retire la licencia a Astana como pide la UCI, la formación kazaja tiene la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), tal y como hizo el pasado año Katusha. El TAS tiene la potestad de adoptar una suspensión provisional de la exclusión, lo que permitiría competir con normalidad al Astana durante el primer tramo de la campaña en curso. En caso contrario, los corredores tendrán libertad para irse a cualquier otro equipo al dejar de tener validez sus contratos. El italiano Vincenzo Nibali, último ganador del Tour podría así incorporarse a cualquier otra estructura siempre que esta pudiera soportar su elevada ficha: 3 millones de euros campaña. Mikel Landa, perteneciente a Astana, se encuentra a la espera de ver cómo se resuelve el caso.