Izarra - Qué dura es la vida, y qué duro, ya dice Javier Ruiz de Larrinaga mientras le ruega calor al rodillo, el ciclocross. “Hoy, ni tan mal”, le dice uno al alavés, que mira al cielo de ceniza sobre Izarra, que ve la lluvia caer, que siente la punzada del viento de hielo y solo echa en falta la nieve para que el Campeonato de Euskadi sea un infierno. Eso, la nieve, también llegará y con ella, el frío y el dolor que hace que una hora después Larrinaga se baje de la bicicleta con su pijama de barro y maldiga sin maldecir porque las palabras se le han congelado en el cielo de la boca en vez de celebrar su tercer título vasco. Más duro que la carrera, que lo fue, es para el alavés intentar quitarse sus zapatillas que deben ser verdes para buscar el calor de la caravana. “Tranquilidad, tranquilidad”, les pide con la voz tiritona a los que tratan de ayudarle en la misión que él mismo ejecuta con paciencia que tiene pese a las manos temblorosas y las canillas danzarinas. “No me pongas el agua caliente”, es su último ruego antes de perderse tras la puerta para dar la espalda a un par de calcetines sucios que se quedan tirados en el suelo frío y húmedo y al dolor que le hizo crecerse en el Campeonato de Euskadi para derribar a Aitor Hernández, encogido por el frío y rendido a mitad de carrera.

Condiciones adversas A Hernández le venció el dolor. “Hubo un momento en el que no podía dar pedales”. Era una estatua. Un ciclista de hielo. Frágil. Se hizo trizas mientras veía perderse entre la maleza la figura de Larrinaga, uno que retó al frío sin artilugios. Cuerpo a cuerpo. Se fijó en ello Hernández, que iba forrado de ropa, dos camisetas interiores, gorro debajo del casco, guantes de esquimal y calcetines de abrigo. Y a su lado, el alavés, vecino de Ametzaga, a un palmo de Izarra, donde la nieve y el frío en invierno. Eso le habrá hecho duro. “Llevaba solo unos guantes finos. Ni gorro, ni doble camiseta, ni nada”, le alabó Hernández, que arrancó la carrera con fe y en la tercera vuelta, tras dos de vigilancia y tanteo, quiso morder a Larrinaga, que sufrió, lo pasó mal, cedió unos metros y solo su extraordinaria lucidez en momentos delicados le rescató. Buscó su ritmo y se agarró a la carrera como a la vida. Antes de finalizar el giro se había reencontrado con Hernández. Y nada más comenzar el siguiente, el cuarto, aceleró y dejó de sentir a su espalda el jadeo de su rival, paralizado por el frío. Apenas se resistió el vizcaíno, quien, derrotado, reconoció el gran momento por el que atraviesa Larrinaga, crecido en las últimas semanas. “Pero de todas maneras, esto es una carrera”, dijo Hernández; “ahora las fuerzas están igualadas y ambos miramos al Campeonato de España (el 11 de enero en Gijón)”.

En el resto de categorías Gotzon Martín venció en sub’23; en elite féminas, Olatz Odriozola; en junior, Jokin Alberdi y Mireia Muñoz; en cadetes, Jon Polledo y Saioa Gil; y en master, Juan José Romero y Jokin Mujika.

En Candás, Samuel Sánchez se despidió del BMC con victoria, aunque sigue sin desvelar su futuro.

Élite masculino

1. Javier Ruiz de Larrinaga (MMR)1h01:48

2. Aitor Hernández (Specialized)a 1:01

3. Jon Ander Insausti (Murias)a 2:39

4. Alain Mendijur (Bizikleta.com)a 2:39

5. Iñigo Gómez (BioRacer)a 3:00

Élite femenino

1. Olatz Odriozola (Bizikleta.com)47:50

2. Naia Alzola (CAF)a 55’’

3. Lierni Lekuona (Bizkaia-Durango)a 2:20

4. Eider Merino (Lointek)a 4:00

5. Meritxell Henales (Bikezona)a 4:28