madrid - Garbiñe Muguruza hizo oficial ayer su decisión de representar a España en las próximas competiciones internacionales después de varios meses de dudas entre la opción finalmente elegida y la de Venezuela, país en el que nació y del que es su madre. “Ha sido una decisión realmente difícil, meditada y delicada por los vínculos tanto personales como familiares que me unen con ambos países”, explicó la tenista de origen vasco.

La cuartofinalista del último Roland Garros y actual número 23 del mundo quiere vivir “la sensación de representar a un país y no jugar sólo para mí misma, sino para todos”. “Quiero agradecer a las federaciones de España y Venezuela por el respeto que me han demostrado, al tiempo que espero seguir contando con el cálido y continuo apoyo que recibo de mis seguidores venezolanos”, añadió.

Los normas de la Federación Internacional apremiaban a Muguruza a decidir antes del 9 de noviembre si quería tomar parte en los próximos Juegos Olímpicos de Río. Al final, se ha decantado por la federación que la da mayores aspiraciones deportivas y que también ha hecho un esfuerzo económico para convencerla. Este año, Garbiñe Muguruza ha formado un dúo de gran nivel con la canaria Carla Suárez que se ha clasificado para el próximo Masters de Shangai. Ambas formarán parte del equipo español de la Copa Federación, condición indispensable para poder ser elegida para la cita olímpica.

“Hay que respetar su decisión”, afirmó Luis Contreras, presidente de la Federación Venezolana de Tenis, que carece de otras tenistas de primera fila que pudieran respaldar a Garbiñe Muguruza. - R. Calvo