como cuando vas a unos grandes centros comerciales y ves ofertas del estilo " llévese dos y pague uno", la gente en general suele pararse a husmear y al final acaba comprando. El jueves pudimos ver en el Palau algo parecido, dos partidos en uno, donde al final la gente se enganchó al televisor para observar cómo dos equipos pueden cambiar tanto en tan poco tiempo. En la primera parte, hubo un claro dominador como fue el Barça con ventajas cercanas a los veinte puntos y dando un recital de circulación de balón y de anotación. Y en la segunda una metamorfosis del Baskonia, en especial de Nocioni, que hizo saltar la banca con sus 37 puntos y haciendo que el aficionado culé despidiera al argentino con aplausos. Todo aquel que no haya jugado nunca a este deporte no sabrá de la dificultad que entraña el hacer los números que hizo el argentino. Y más en el campo profesional. A mí, personalmente, no me vale el argumento de que, como era un partido intrascendente, los números de Nocioni son más fáciles de conseguir. Y no es fácil porque el encuentro no era intrascendente. Es verdad que a nivel clasificatorio para la siguiente ronda no tenía valor, ya que el Barça ya tenía asegurado el primer puesto. Y el Laboral Kutxa, por su parte, ya hacía tiempo que había perdido la opción de pasar. Pero quitando ese matiz, en el resto si había cosas en juego. El Barça se presentaba en el Palau con el antecedente de dos derrotas consecutivas bastante dolorosas y con marcadores excesivamente elevados para las prestaciones defensivas que el equipo catalán suele manejar. También jugaba en su casa y ante sus aficionados, algo que siempre es motivo de entrega. Y, por último, siempre es mejor empezar cualquier eliminatoria nueva de play off o fase final con una victoria que con una derrota, ya que esta última te puede hacer dudar de tus capacidades. Y por parte baskonista también había razones en buscar una victoria. Por una parte, el recuperar sensaciones tras el varapalo de Murcia. Sensaciones tanto a nivel individual como grupal. Hay jugadores para quienes cualquier partido es bueno para reivindicarse. A nivel grupal, buscar caminos que les hagan ser más regulares y que puedan mantener esa regularidad durante el mayor tiempo posible dentro de los partidos. También era importante la victoria para seguir conservando la licencia A. Las victorias en Euroliga te hacen sumar posiciones de cara al ranking de equipos con dicho privilegio. Y, hoy por hoy, el Baskonia no circula por los primeros puestos que digamos. Otro punto era mejorar la imagen ofrecida durante el Top 16 donde perdió cualquier posibilidad de acceder a cuartos demasiado pronto. Al final, va a terminar con cinco victorias, igual que otros equipos que han estado casi hasta el final luchando por una plaza. Esto nos hace pensar que, si el Laboral Kutxa hubiera sido un poco más consistente y regular, seguro que no se hubiera descolgado tan pronto.