Duración: 39:54 minutos de juego; 14:20 de juego real.

Saques: 3 de Olaizola II (tantos 11, 14 y 22).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 299 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 12 de Olaizola II, 1 de Aretxabaleta y 2 de Xala.

Errores: 1 de Olaizola II, 1 de Xala y 5 de Zubieta.

Marcador: 0-1, 1-1, 17-1, 17-2, 19-2, 19-3 y 22-3.

Apuestas: Se cantaron de salida posturas de 100 a 70 a favor de Olaizola II-Aretxabaleta.

Botilleros: Roberto García Ariño (con Aimar-Aretxabaleta) y Jokin Etxaniz (con Xala-Zubieta).

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de semifinales del Parejas disputado en el frontón Atano III de Donostia. 1.250 espectadores.

donostia - Estaba todo el pescado vendido y pintaban bastos para Yves Xala y Aitor Zubieta de un modo realmente angustioso. El 17-1 campaba en el luminoso, sordo a los chillidos de la gente, que pedían más madera, que querían más guerra, más batalla. Más partido que el que protagonizaba un Aimar Olaizola en vena, secuestrando los cuadros alegres rivales a costa de un gancho largo luminoso, y un Andoni Aretxabaleta fresquísimo. El respetable, que se lanzó al Atano III, quería más. Entonces, sin más opciones que ninguna, cimbreando el espíritu del de Goizueta en la cuerda floja, un buruz gain de Xala tras un tanto movido supuso la explosión de sus piernas.

Mientras la pelota le salía de la mano al zurdo de Lekuine, los cuádriceps del de Goizueta se tensaron y su cerebro se nubló. El partido, aunque aún sin terminar, ofrecía una imagen clara a posteriori: el veintidós suponía el billete a la final. Y superado Andoni Aretxabaleta por un pelotazo muy largo del lapurtarra, Olaizola II se fue como un loco hasta el rebote. Sin pensarlo. Sin valorar nada más que el tanto. Sin mayor esperanza que el futuro cercano. "Lo que pensaba era en llevar la pelota", desveló al final. Llegó, pero sin tiempo, y la pelota murió antes de tocar el frontis. El público, ávido de pasión, premió a Aimar con una ovación. Más que si hubiera terminado el tanto. Más que nada. El profesional. Se jugó el pescuezo y la final por nada.

Porque todo lo anterior había supuesto un monólogo absoluto. El 22-3 refleja claramente lo que fue el encuentro. Los colorados fueron infinitamente superiores, sin más historia. En un guion escrito de antemano, ninguno de los protagonista se imaginaba tal golpe en la mesa. Y es que, Xala y Zubieta alcanzaban el encuentro de ayer, que podía suponer su acceso casi sellado a la final del Parejas que se jugará en Bilbao el 27 de abril, tras rayar un nivel muy alto en sus anteriores compromisos, aunque la vitola de favorito recayera en el campeón. Pues bien, sin trampa ni cartón, los de Aspe amanecieron desdibujados ante unos rivales que les pasaron por encima.

Aimar puso en marcha el rodillo bien custodiado por el zaguero de Markina. Joven pero sobradamente preparado, Andoni hizo uno de sus mejores partidos del campeonato. A pesar de que Zubieta, un pelotari de mayor potencia, posee en principio un cuadro más de pegada, el vizcaíno se mantuvo al principio en la brecha y, conforme crecía el marcador, se fue agigantando. Superó al de Etxarri-Aranatz con una pelota que andaba por el suelo y que se quedaba en el frontis. Ideal para Olaizola, que se puso morado a remates al no poder quitarle el aire el guardaespaldas navarro. Asimismo, el gancho largo hizo mucho daño a Xala, al que acabó por desesperar en defensa. Una tacada de 17 tantos desde el 0-1 selló un partido sin historia, en el que los dos colorados estuvieron demasiado cómodos y sus adversarios desaparecidos, a los que la suerte no acompañó en ninguno de los tantos peloteados del envite. Aimar les sometió con el punto de mira y su capacidad de trabajo. 22-3. Poco más.

"No me lo creo" "Aún no me lo termino de creer", decía Andoni Aretxabaleta al término del envite. El zaguero de Markina explicaba que "todavía no sé lo que he hecho. Estoy muy contento, no me lo esperaba ni hace cuatro meses ni ayer". Asimismo, el guardaespaldas reconoció que "me salía bien la pelota y Aimar entra desde el cuatro como si nada".