Duración: 1h 13 minutos de juego; 30 de juego real.

Saques: 1 de Xala (tanto 7).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 633 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 12 de Titín III, 2 de Merino II, 8 de Xala y 1 de Zubieta.

Errores: 5 de Titín III, 4 de Merino II, 1 de Xala y 7 de Zubieta.

Marcador: 1-1, 4-2, 5-11, 7-12, 8-12, 10-13, 11-14, 11-15, 12-15, 17-16, 18-16, 19-17, 20-18, 20-19 y 22-19.

Botilleros: Al ser las dos parejas de la misma empresa no hubo botilleros.

Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Adarraga de Logroño. Media entrada.

LOGROÑO. Asfaltaron ayer Titín III y David Merino una nueva autopista hacia el infierno, hacia una segunda vuelta del Parejas que promete emociones fuertes, tensión, prisas, presión y calor, mucho calor. Todo ello a costa de Yves Xala y Aitor Zubieta, que se vieron superados en un encuentro raro, de digestión difícil, en el que Augusto fue protagonista por su habilidad en el remate y David un tótem en los cuadros largos. Es para enmarcar el Parejas que se está marcando el zaguero de Villar de Torre, a un nivel espectacular. Dominaron a sus contrincantes con su pelota, más viva, que al zaguero de La Rioja le viene como anillo al dedo y dieron la vuelta al encuentro, que se encontraba en un rumbo azul claro, porque Xala, un gran delantero, puso en serios aprietos a Titín. El que no anduvo fino fue Zubieta, erró demasiado y acabó pagándolo.

Los riojanos, pura defensa, empezaron de cara la contienda. Se colocaron 4-1 merced a los problemas de Aitor y Xala de sudar. No se encontraban, no estaban cómodos con la pelota rival. De hecho, tuvieron que esperar a que Augusto fallara un saque-remate claro para ir al cestaño y romper a volar. Porque antes no se encontraban. Merino abría huecos. Así, con una pelota que costaba más mover, Xala pudo entrar al remate delante. Expeditivo y osado, Yves, acompañado de un Zubieta más sobrio, empató y se fue en el marcador. Se largaron hasta el 4-11. Sus contrincantes, en este tramo, se precipitaron. Estaban ahogados.

Sin embargo, los cambios de saque se tradujeron en tacadas y los colorados, que habían vislumbrado en la primera parte a un Titín III sin confianza y pobre, descubrieron que a Augusto aún le divierte enredar. Zubieta no acertó a quitarle el aire y se equivocó en sus decisiones. Y Titín se puso morado a base de remates. Consiguieron empatar a quince y echaron las dos parejas la moneda al aire. Cayó cara para los colorados, que se afinaron en el alambre, donde Merino se sacó de la manga una dejada al txoko que cerró la contienda con el 22-19.