pamplona. En la alfombra del recuerdo de Ekaitz Saralegi y Oinatz Bengoetxea aún quedan ciertos resquicios de lo que pasó el pasado fin de semana, cuando Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo, respectivamente, les arrebataron las opciones de estar en la final del Cuatro y Medio. Fue en el último suspiro, cuando los tambores de guerra clamaban batalla y apenas un palmo les separaba de tan ansiada meta. Fueron momentos complicados, aunque digeridos de manera distinta. Y, sin tiempo de reponerse, apenas unos días de relajo, los dos delanteros de Asegarce ya vuelven a estar en harina, de nuevo dentro de la jaula aunque su final sea solo de consolación y lo único en juego sea el bronce de la competición. Analizan ambos que el duelo que les cruza el sábado en el Labrit es "importante" y que lo anterior ya está "olvidado". Es el Cuatro y Medio olvidado de dos manistas que han alcanzado buen nivel dentro del torneo; sobre todo Saralegi, cuya explosión coincide con un golpe de suerte que le había faltado hasta entonces en la competición.

Dicen que la suerte es para los audaces, y reconoce Ekaitz que "ahí está el torneo que he hecho". Afirma el especialista amezketarra que "me toca centrarme en el tercer y cuarto puesto y en Bengoetxea". Pero no es fácil omitir el pasado cercano. Aún está en la retina del aficionado el susto en el cuerpo con el que se fue Aimar Olaizola del Labrit de Iruñea tras acumular un 16-18 con sensaciones bastante contrapuestas y un rival delante con la dureza del diamante. Y además su brillo. "Pensándolo en frío, vine a hacer un buen partido y creo que lo conseguí y nadie lo esperaba. Nadie esperaba ganar. Casi ni yo. Creo que contra Aimar perder en 18 lo firmas enseguida. Hice un buen partido, pero al final me cansé", revela el manista guipuzcoano, quien admite que "se me pasó por la cabeza que podía ganar, pero al final no van ni las piernas ni la cabeza". En el juego del desgaste, la presencia de un Aimar incorruptible en esta lid deslumbró a Saralegi.

Solo hay una mancha en el presente Cuatro y Medio del amezketarra y la personifica su contrincante el sábado, Oinatz, contra quien se encontró un escollo enorme en el Atano III. Perdió 8-22 ante el pizpireto rematador de Leitza. "Oinatz pone ritmo y ese día acertó mucho haciendo ganchos. Al principio fue un partido duro, no le quité pelota y acertó", confirma el amezketarra, quien apostilla que "si juego bien y hago buen partido contra Oinatz me iré con un sabor de boca dulce del campeonato. Intentaré jugar como el sábado si se puede. Ya sé que el día que jugué contra Oinatz hice mi peor partido, a ver si juego mejor por lo menos".

El sexto de la saga de los Bengoetxea, por su parte, concreta que "no es fácil afrontar este partido después de llevar un poco de pena el otro día. Pero es parte del campeonato y es mejor ser tercero que cuarto". Cuenta el delantero navarro que "aquí todos los partidos tenemos que ir a ganar con todo lo que tenemos y siendo campeonato hay que motivarse a tope" y respecto a la semifinal que "una vez que se acaba el partido no le doy vueltas a las cosas, porque al final lo hecho hecho está. Ya no tiene vuelta atrás. El sábado es partido importante y hay que afrontarlo así". De este modo, Bengoetxea VI se mide a un pelotari al que considera a un "gran nivel". "Todos sabíamos que era un gran pelotari, sobre todo al Cuatro y Medio, y el otro día jugó un partidazo contra Aimar y eso dice mucho", finaliza. Ayer en el Labrit el amezketarra se decantó por pelotas "algo más lentas" de 104,8 y 104 gramos; mientas que las de Oinatz son de 105,1 y 104,9.