Donostia. El capitán de las selecciones de España a XV y a VII ve "bastante negro" el futuro del rugby estatal. Después de que el combinado del León se metiera en las Series Mundiales de la modalidad olímpica, la Federación apostó por esta disciplina y durante la temporada pasada los miembros del equipo permanecieron entrenándose juntos en Madrid. Ahora, la misma Federación ha cambiado su criterio y ha abandonado este proyecto. La nueva prioridad federativa ha sido apostar por una selección a XV que ha tenido tres seleccionadores en tres años, y apostar casi a la desesperada por tratar de entrar en el Mundial cuando el equipo está luchando por la permanencia en el Seis Naciones B. Con 31 años y más de 50 caps a sus espaldas, Pablo Feijóo ve "factible" asegurarse la salvación y todavía no descarta luchar por ir al Mundial con el XV, ni ser una de las doce selecciones que se clasifiquen para los Juegos Olímpicos con el seven, aunque sea "difícil". El medio melé tampoco oculta su enfado con la Federación por haber tirado por la borda el proyecto del rugby a siete y así lo admite con una sinceridad muy lejana de lo políticamente correcto.

Viene de brillar en la gira por Sudamérica. Logró anotar dos ensayos en la victoria ante Chile (3-26) y marcó otro ante Uruguay (16-15)...

Ha estado bien. Venimos de un cambio de entrenador y de equipo, y, para el poco tiempo que llevamos entrenándonos, en Chile hicimos un buen partido, y en Uruguay perdimos el encuentro en los últimos cinco minutos por errores nuestros.

Hace unos años la selección española apostó por efectivos de origen francés. Ahora los jugadores de la División de Honor tienen más peso. ¿Qué le parece este nuevo planteamiento?

Regis Sonnes apostó por jugar con casi todos franceses y algunos de aquí. El año pasado la Federación cambió el rumbo y vetó a los franceses, y ahora se ha llegado a un equilibrio, con los mejores franceses y con lo mejor del rugby nacional. Creo que es una buena propuesta y que puede salir un equipo muy compensado y competitivo.

La clasificación para el Mundial de 2015 se calculará sumando los resultados del Seis Naciones B de 2013 y de 2014. España solo obtuvo cinco puntos en la pasada edición y terminó última junto a Portugal. ¿Cómo ve las opciones de ir al Mundial?

El año pasado fue un poco desastre. Ahora nos toca enmendar los errores, intentar ganar a Rusia y a Bélgica para conseguir la permanencia, que es el primer objetivo. Si ganásemos estos partidos, podríamos empezar a pensar en una posible clasificación, que a día de hoy está a años luz. Si ganamos a Rusia y se da algún resultado favorable podríamos pelear por estar en la repesca para el Mundial. Estamos haciendo un buen trabajo, pero nos va a faltar tiempo para conjuntar un equipo nuevo.

Es el capitán del equipo. Le toca ser optimista...

Siempre soy optimista; no salgo a un campo a perder. Así como reconozco que el Mundial es muy difícil, creo que la permanencia es muy factible.

En los equipos de XV y de seven está acompañado por varios guipuzcoanos, como Jon Insausti, Igor Genua, Ignacio Martín, Unai Lasa...

Es bonito, porque eso quiere decir que el trabajo que se está realizando en Euskadi en las canteras es bueno. Hay que seguir así.

Después del partido contra Japón

le espera la selección de seven.

Vuelvo al seven después de que la Federación cambiase en agosto su política y de que nos dejase tirados. Ahora me vuelven a convocar y tengo ganas de aportar mi granito de arena, pero sabiendo que el proyecto realmente no es muy ambicioso. Fuimos el peor equipo del año pasado, pero logramos la permanencia para la 2013-2014 y si no nos entrenamos al 4.000% seremos incapaces de competir y de mantenernos. Este año se ha dejado al seven de lado y supongo que lo sufriremos. Al final, nuestro rival para la permanencia en las Series Mundiales va a ser Portugal, y creo que sus estructuras federativas son mejores.

El año pasado la selección española de rugby a siete estuvo concentrada y centrada en las Series Mundiales...

No fue simplemente el año pasado. Desde hace cuatro años se venía haciendo un buen trabajo en verano. Al conseguir clasificación para las Series Mundiales los dos candidatos que había a presidir la Federación Española -su padre Alfonso Feijóo y el elegido, Javier González Cancho- pusieron en sus programas que iban a hacer un plan profesional para el seven. La Federación lo cumplió durante un año, pero me sorprendió que ahora que ya estamos en la elite mundial, entre los quince mejores, dejásemos un proyecto así sin los recursos que se merece. Pero ellos son los que deciden y los obreros somos los jugadores, no podemos hacer nada más que acatar sus reglas y jugar a lo que nos manden. Iremos a la guerra con Australia, Gales y Escocia con un tirachinas en vez de con tanques, pero es lo que hay. La Federación se ha encontrado un equipo en la elite mundial y no valora el sacrificio que ha hecho muchísima gente durante los últimos cuatro o cinco años para llegar allí, y eso me entristece mucho.

El año pasado tampoco fue idílico...

Efectivamente, aunque todo el mundo lo pintase de rosa, fue muy duro porque la Federación y los jugadores no estábamos acostumbrados a tener un equipo concentrado y surgían muchos problemas, como servicios médicos que no teníamos. Pero era normal porque era la primera vez que la Federación apostaba por un proyecto así. Opino que habría que haber seguido con el proyecto y solucionar los problemas y sin embargo lo que han hecho ha sido cortar el problema de raíz.

¿Cree que la selección de rugby a siete puede luchar para clasificarse para los Juegos Olímpicos de 2016?

Sí que se puede luchar. Hay alguna posibilidad, pero es muy difícil. La selección está entre los quince mejores del mundo, pero a día de hoy eso es solo sobre el papel. Teniendo un equipo competitivo puede haber opciones, porque Gran Bretaña va a ir unida a Río de Janeiro -en lugar de ir por separado Escocia, Gales e Inglaterra-. Luego probablemente habría que pelear con Francia, Portugal o Rusia, y en un torneo puede pasar de todo. Lo que sucede es que el trabajo debe ser previo y pasa por mantenerse en las Series Mundiales y por tener los doce jugadores del año pasado más cinco chavales de 18 años. Pero el proyecto ha cambiado y ahora el objetivo no es ese, sino mantenerse con el XV en el Seis Naciones B, intentar estar en el Mundial y obtener dinero para la Federación.

La Federación Española ha dado varios bandazos en cuanto a sus prioridades. ¿Cómo ve el futuro del rugby español?

Veo el futuro bastante negro. Esos bandazos son por falta de planificación. No hay recursos económicos, pero antes tampoco había muchos y se sacaban las cosas adelante. Se ha gastado dinero en cosas que se podían haber ahorrado, pero no soy quién para juzgarlo.

¿No teme que tanta sinceridad le pase factura?

En el rugby he vivido muchísimas cosas buenas, así que si me pasa factura el balance siempre será muy positivo. Mi ilusión el año pasado era jugar las Series Mundiales, he jugado con un equipo que rindió a un altísimo nivel, hemos ganado a Australia, a Inglaterra, a Gales, a Escocia... equipos a los que hace años era impensable ganarles. Me ha jodido que la Federación Española tirase por tierra el proyecto del seven, porque no solo son cinco años de trabajo, no solo es nuestro proyecto, sino que es el de mucha gente que nos ha apoyado y ha apostado por nosotros. Todos hemos dejado muchas cosas atrás. Tiki Inchausti ha dejado cosas con su familia, y los jugadores han dejado estudios o trabajos. Ahora la Federación nos pone como los malos y no me hace gracia. Sé que llegará el día en el que no seré tan rápido como antes, o que la edad no me dejará jugar, o que empezaré a jugar mal por lo que sea y me caerán las críticas y me dirán Gracias por los servicios prestados, vete a tu casa. Un deportista tiene que estar preparado para eso. En principio Santi Santos -el actual seleccionador- cuenta conmigo. Por ahora está bien la cosa, pero si me quieren tachar, me iré con la cabeza bien alta y habiendo sido consecuente con mis ideas.

En el Bera Bera al menos no van las cosas mal. Es el líder del grupo y parece poder aspirar al ascenso...

Si seguimos serios podemos jugar los play-off, y, a partir de ahí, hasta donde lleguemos.