madrid. El capitán del Real Madrid Sergio Ramos mostró su malestar con el árbitro Undiano Mallenco tras el partido disputado ante el Barcelona ayer por la tarde. Y aunque destacó la actitud de su equipo en el Camp Nou, recordó, en alusión al colegiado, que "hay cosas con las que no se puede luchar".
Sergio Ramos quiso defender a su equipo tras lo que pareció ser una injusticia a ojos de los madridistas. Dos penaltis "muy claros" según el Real Madrid no fueron pitados.
El primero en la primera parte en la que Cristiano centró desde la izquierda, Khedira remató y el balón. tras detenerlo Valdés dio en el brazo de Adriano que estaba en el suelo. El colegiado no consideró la mano voluntaria y no pitó nada.
El segundo por una acción de Cristiano Ronaldo que recibió un balón en profundidad y Javier Mascherano le empujó por detrás, pero de nuevo Undiano hizo caso omiso.
A todo esto Ramos opinaba: "El equipo ha dado la cara en un campo complicado ante un rival difícil. Pero hay cosas con las que no se puede luchar como dos penaltis clarísimos. La mano de la primera parte de Adriano y el que le han hecho a Cristiano en la segunda. Pero el equipo ha dado la cara siempre", dijo Ramos.
"El trato que puedes tener con los árbitros es mínimo. A la primera ocasión me ha sacado tarjeta y ya juegas condicionado. Pero estoy orgulloso de mi equipo, el Barcelona ha perdido tiempo en el córner en el tramo final. Eso dice mucho", indicó.
Sobre su posición de medio centro, Ramos reconoció que lo sabía desde la víspera. "Sabía el día antes que iba a jugar ahí. Es un puesto que me gusta mucho pero he estado limitado por la tarjeta y por un golpe en el cuádriceps y por eso me ha cambiado", concluyó.
Otros jugadores también quisieron dar su opinión sobre los hechos. Por ejemplo Jesé, autor del único gol de los blancos afirmaba que "el penalti a Ronaldo ha sido clarísimo. Estaba al lado del línea mientras calentaba y no lo ha pitado porque no ha querido, porque todo el mundo lo ha visto muy claro. Hubiera cambiado el partido". "Me marcho del Camp Nou con un sabor muy amargo. Mi gol no ha servido para nada, pero también estoy contento porque jugar con la camiseta del Real Madrid un clásico es lo más grande que me ha pasado", concluyó.