Vitoria. Visto y no visto. Daniel Clark ha protagonizado una de las etapas más simbólicas que se recuerdan en algún jugador del Baskonia. Apenas un mes ha permanecido el ala-pívot británico en la capital alavesa, donde ayer rescindió oficialmente su contrato tras verse aquejado de una lesión de rodilla que, desde su desembarco en el inquilino del Fernando Buesa Arena el pasado 20 de septiembre, únicamente le ha permitido disputar el Trofeo Diputación ante el Asvel galo así como dos encuentros oficiales con la elástica azulgrana.
Era un divorcio cantado entre las dos partes después de que el club vitoriano oficializase la semana pasada que padece una osteocondritis en una de sus articulaciones que no es compatible con una continuidad sobre la cancha. Pese a que ambas partes estaban todavía ligadas por un contrato de un mes de duración, en concreto hasta que Leo Mainoldi deje atrás su lesión, carecía de mucho sentido que Josean Querejeta siguiese contando con una pieza cuya vuelta a las canchas carecía de una fecha exacta. Hace unos días, el Baskonia supeditó el regreso a la positiva evolución del ala-pívot, que sin embargo necesitará un margen de tiempo superior al de su vinculación con el Laboral Kutxa para volver a vestirse de corto.
Clark ya aterrizó en Vitoria con la vitola de jugador de cristal después de que el CAI Zaragoza desestimara su incorporación por culpa de un edema óseo en un tobillo que semanas atrás no le impidió disputar a buen nivel el Europeo de Eslovenia con su selección. Ahora, sin embargo, ha sido su rodilla la que ha provocado su prematuro adiós de los esquemas del Baskonia, con el que disputó el Trofeo Diputación ante el Asvel Villeurbanne, la semifinal de infausto recuerdo de la Supercopa ante el Barcelona y, por último, el primer envite liguero ante el Gran Canaria. Un bagaje irrisorio para alguien que llegaba con la intención de revalorizarse y cumplir con el específico rol de abrir el campo y favorecer los espacios para el hombre alto de turno.
El cuatro nacido en Greenwich ya se ausentó de los últimos compromisos ante el Maccabi y el Real Madrid, dejando todavía más cojo un juego interior cogido con pinzas que espera como agua de mayo alguna novedad en un breve plazo de tiempo en forma de fichaje. Y es que la rescisión de contrato de Clark agudiza la necesidad de concretar una operación en el mercado que alivie la escasez de efectivos en las inmediaciones del aro.
En espera de que Mainoldi se recupere de su esguince de rodilla -no se le espera, como mínimo, hasta dentro de dos o tres semanas-, Scariolo cuenta únicamente con Nocioni, Pleiss y el renqueante Hamilton para afrontar un exigente tramo de competición donde, especialmente en la Euroliga, las urgencias son evidentes. Dado que el mercado de cupos -caso de Clark-, no ofrece ninguna ganga, cobra fuerza la posibilidad de que la entidad alavesa acometa la llegada de un jugador comunitario o incluso estadounidense que únicamente estaría habilitado para disputar el torneo continental.