Madrid. El Real Madrid se metió en la madrugada de ayer en la final del torneo Guinness International Champions Cup, donde se medirá al vencedor del duelo entre el Chelsea de José Mourinho y el Milan, tras derrotar al Everton (1-2) gracias a un brillante Cristiano Ronaldo, en la vuelta de Iker Casillas a la titularidad de la portería blanca, 192 días después de su lesión en Mestalla.
Siete fueron los cambios que Carlo Ancelotti realizó en el once inicial que derrotó a Los Angeles Galaxy en el segundo partido de la gira americana. Además del capitán Casillas, los internacionales Sergio Ramos, Arbeloa y Marcelo también partieron de inicio en una nueva victoria, la cuarta del verano, que mantiene invicto a los blancos en la pretemporada, gracias esta vez a un letal contragolpe.
Si ante Los Galaxy el conjunto merengue mostró su mejor toque de balón con el mago Isco como protagonista, frente al Everton se dejó ver el Madrid más demoledor. Más espesos en ataque y con más problemas para retener el balón.
Cristiano Ronaldo abrió el marcador tras una asistencia de Ozil, que fue el encargado de marcar el segundo gracias a un gran pase de Ronaldo. Los ingleses recortaron distancias con un gol de Jelavic, que batió a Diego López, sustituto de un Casillas que 192 días después volvía a la titularidad. Además, Roberto Martínez hizo debutar Deulofeu, que disputó sus primeros minutos.
Carlo Ancelotti, se mostró crítico tras la victoria. "El fútbol hay que hacerlo mejor. Hoy podríamos haber mejorado aspectos, sobre todo del segundo tiempo. No obstante, es comprensible porque estábamos un poco cansados después de haber jugado hace dos días", reconoció el técnico italiano.
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