bilbao. Luciano Juaristi, Atano X, es un profeta. Su palabra suena siempre profunda, importante, y no evita reducir a comparaciones los temas para evaluar el modo de tratarlos. Ya antes de la final del Manomanista que se llevó Aimar Olaizola habló del saber estar del goizuetarra con la clarificante frase: "Aimar tiene un ordenador y siempre lo tiene encendido". Es divertido y dicharachero, pero guarda en su disco duro la sabiduría de quien ha llegado a siete finales de la modalidad reina de la mano, viene de una familia legendaria en el deporte y la habilidad de haberse sabido acoplar a los tiempos. "Son momentos difíciles", desvela Atanillo. Habla del mano a mano. Sus raíces vienen agarradas al cemento y al cuero. "Hay que hacer cosas nuevas, pero lo de mañana no lo veo...".
Apela a la terapia el guipuzcoano y confirma que "lo primero que hay que hacer cuando hay una dolencia es estimar qué pasa y dar un diagnóstico realmente certero sobre ella". Extrapolándolo, para Luciano Juaristi, el experimento de la revancha de La Blanca entre Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola con dos saques por barba de modo alterno sin necesidad de ganar el tanto para efectuar el primer disparo no tiene justificación sin valorar realmente cuál es el problema del Manomanista. "Para combatir una enfermedad hay que aplacar el dolor y buscar la raíz. Me da la sensación que lo del saque alterno se trata de querer quitar el dolor pero sin ir directos a la enfermedad", cuenta Luciano, quien apostilla que "lo más importante es el material. Se cambian las reglas para mantener el material, en mi opinión, o para meter aún más". ¿Adaptar el juego al material o el material al juego? La lógica implica apelar a la segunda afirmación y sentencia Atano X que "lo esencial es cambiar el tipo de material". "Ha habido demasiados cambios y si la intención es igualar los partidos. ¿Qué va a ser lo siguiente? Cuando quitaron la pasa perjudicaron a los sacadores", finaliza el de Azkoitia.
Las apuestas Otro de los agentes importantes en la pelota es la apuesta. Así, los corredores no tienen muy claro si la igualdad que se presupone supondrá un estímulo para la cátedra. Lo que sí es previsible es que se eliminarán las tacadas amplias que el saque aporta. Desvelan desde la contracancha que "el partido para el apostador tradicional no tiene muchos alicientes, los dos saques no tienen gancho para aquellos que están habituados a apostar en los frontones. A lo mejor para los aficionados ocasionales o para los pelotazales gasteiztarras que están en mitad de fiestas de La Blanca sí que puede tener tirón, porque lo lógico es que no haya tantas diferencias en el marcador final". Y es que, según cuentan los artekaris, "el apostador juega por uno de los favoritos y se decanta por uno de ellos. Es una faena porque realmente no sabes por quién puede ir la cosa. Seguramente, la cátedra estará expectante los primeros tantos y a ver qué pasa. Ojalá que nos equivoquemos y sea un éxito para todos".
Y es que, un partido de tamañas características, con Irujo y Olaizola II mano a mano, ha adoptado términos más de experimento veraniego o partido exótico que de verdadero duelo con aire revanchista. "En Gasteiz siempre suelen funcionar este tipo de partidos, pero también tenemos que ser conscientes de que estamos en una coyuntura económica muy frágil y esto influye", analizan. Mientras que las previsiones para cantar algo aún están oscuras. "La gente va a esperar cómo suceden las cosas y después decidirán si apostar o no, pero la sensación es que al pelotazale tradicional no le va a gustar este sistema", confirman. "Lo importante son los pelotazos, no que el marcador sea nivelado".
Titín III, por otro lado, ya expresó que "Olaizola e Irujo son los que tienen que decir qué les parece, pero se han hecho novedades e iniciativas con partidos así. Yo no lo llamaría experimento. Es bonito que se haga este tipo de cosas en ferias como esta e innovar. Quizás sí que se puede igualar con los saques el encuentro". Cuando lleguen al 22 saldrán de dudas.