Vitoria. El diputado general de Álava Javier de Andrés reconoció ayer, en declaraciones a la Cadena Ser, que el ente foral irá, poco a poco, retirando el apoyo económico que viene prestando de un tiempo a esta parte por mor de la situación económica y en consonancia con el anuncio de su homóloga vizcaína de eliminar las ayudas al deporte de élite. "Yo creo que la Diputación tiene que hacer una progresiva salida de la participación en el deporte", advirtió De Andrés. El político matizó, acto seguido, que este futuro recorte deberá ser "algo progresiva y que lo puedan digerir los clubes". "Nuestro objetivo es ése, hacer una progresiva reducción, ir saliendo poco a poco pero que lo puedan digerir. No dejar en la estacada a nadie", subrayó conciliador.
La coyuntura actual hace insostenibles los apoyos financieros que se mantienen en la provincia a los clubes punteros de fútbol y baloncesto. Sin embargo, desde la Diputación se entiende que una reducción drástica de las ayudas no beneficiaría a nadie. "Precisamente nosotros lo que creemos es que tiene que haber un proceso que no deje tirado a ningún club. Yo no sería partidario ahora de dejar tirado ni al Baskonia ni al Alavés, me parece que no sería bueno para Álava dejarles de repente en la estacada sin el apoyo que hemos venido teniendo", razonó.
En los últimos tiempos se viene reduciendo el apoyo público para el deporte en general y, de la misma manera, el sector privado ya no ve con tan buenos ojos como antaño las labores de esponsorización. Siguiendo una línea de austeridad, De Andrés entiende que puede haber llegado la hora de cerrar el grifo al Alavés y al Baskonia. "Sería muy malo, por ejemplo, que cualquiera de los otros patrocinadores prioritarios que tienen, no voy a decir los nombres pero todos los conocemos, de repente dijeran que rompen el contrato con el Baskonia o con el Alavés".
En marzo, la FAVA (Federación de Asociaciones de Vecinos de Álava) ya hizo público su malestar por el montante que, a su juicio, tanto la Diputación como el Ayuntamiento destinan a Alavés y Baskonia, que ingresan unos 3,6 millones de euros al año. "Los proyectos de presupuestos pactados por PP y PNV no responden a las prioritarias y verdaderas necesidades de la ciudadanía vitoriana y alavesa", declaraban en primavera. A este respecto, la FAVA ni siquiera exigía que ese dinero se destinara a cuestiones que no fueran la deportiva pero sí que redundara con mucha mayor fuerza en el deporte de base en vez de en el profesional, por definición, menos necesitado de estas ayudas. "La administración pública ha apostado sólo por el circo olvidándose del pan: apuesta por el deporte espectáculo en vez de por el deporte de participación, por el deporte profesional en vez del deporte base. Una cosa es sentir los colores y otra ese trato de favor al lobby formado por esas dos sociedades anónimas deportivas, no asociaciones sin fines de lucro", denunciaban en alusión al entramado profesional que dirige Josean Querejeta. No sólo cuestionaba la entidad vecinal las ayudas que los dos equipos profesionales reciben del erario público sino que también se preguntaba acerca de las ventajas fiscales que pudieran recibir sus jugadores, aspecto acerca del cual consideran existe una "duda razonable".
Diputación vizcaína La Diputación alavesa pretende seguir, de esta manera, el ejemplo iniciado hace unos días por su homóloga vizcaína, quien anunció que eliminaría las ayudas a las entidades deportivas de élite para el próximo ejercicio, el de 2014. De hecho, en Bizkaia la medida será, a priori, más drástica, ya que aseguraron que no se destinará, ya el curso próximo, ni un solo euro a esta causa. El principal afectado será el Athletic, que debía percibir 2,5 millones de euros procedentes de las arcas forales en cada una de las próximas tres campañas para sumar un montante nada despreciable de 7,5 millones. Se trata de un convenio firmado entre el club futbolero y la entidad pública que se extendía de 2012 a 2015 -por diez millones de euros- y del que los rojiblancos ya cobraron la primera temporada. De cara a 2013, no percibirá nada, aunque las negociaciones, parece ser, se retomarán a partir de 2016.