Pamplona. "Desde que el día de la presentación del campeonato dijeron que la final iba a ser el 16 de junio, yo ya tenía en la cabeza el día 23 ó el día 30. Por una cosa o por otra, siempre se retrasa, pero no hay ningún problema". Son palabras de Juan Martínez de Irujo, tetracampeón del mano a mano, en referencia al aplazamiento de la final (del 16 al 23 de junio) como consecuencia de una cadena de demoras que comenzaron con el retraso del partido de cuartos de final entre Aimar Olaizola y Abel Barriola por unos problemas del leitzarra en su mano derecha, y después con la dilación de la semifinal entre el goizuetarra y Urrutikoetxea, aplazada del 1 al 8 de junio también por una dolencia en la mano diestra del defensor del título. Se deduce de la declaración del delantero de Ibero un cierto malestar por el retraso de la final, pero sobre todo una ambición extrema por volver a subir al primer escalón del podio, aunque para eso primero tendrá que disputar una complicada semifinal ante Oinatz Bengoetxea, campeón del torneo hace cinco años. Ambos, que se enfrentan el domingo en el frontón Atano III de San Sebastián, coincidieron ayer en el escenario donde buscarán la final para elegir material. El delantero de Ibero apostó por dos cueros de 103,5 y 104,2 gramos, mientras que el leitzarra apostó por otros dos de 105,5 y 105,8 gramos.

Irujo es favorito Como ya es habitual, Irujo declinó hacer referencia alguna sobre el material antes del partido, por lo que las explicaciones de Oinatz Bengoetxea sobre las pelotas se convirtieron en la observación principal de este asunto. Sobre sus propios cueros dijo el leitzarra que "tienen algo menos de salida y en el suelo andan más por abajo", mientras que sobre los de Irujo señaló que "tienen más salida de frontis y algo más de bote". No obstante, matizó que "el material es correcto". Pese a que Irujo partirá como favorito por eso de haber ganado el torneo en cuatro ocasiones, porque viene de haberse calado la txapela del Parejas, porque atraviesa un excelente estado de forma y porque se ha impuesto en las dos ocasiones en las que se ha visto las caras con Bengoetxea VI en el Manomanista de la LEP.M, lo cierto es que el delantero de Ibero evidenció ayer el respeto que le profesa a su rival. "Creo que será un partido competido porque, si vengo aquí con la idea de que voy a pasearme y voy a ganar 22-5, me iré a casa con las orejas gachas e igual el que se queda en cinco soy yo. Oinatz juega mucho en todas las modalidades, no regala nada, tiene mucha defensa, con la zurda mete todo en el verde y habrá que hacerle los tantos". Irujo añadió que, para tener opciones de victoria, "hay que intentar que el que meta el ritmo al partido sea yo porque Oinatz no deja botar la pelota. Debo conseguir que el que entre forzado sea él".

En cambio, Bengoetxea VI se mostró encantado con su condición de víctima. No obvió que ha perdido los dos enfrentamientos anteriores en el mano a mano contra Irujo, pero mostró su ilusión por alcanzar la final. "A ver si a la tercera va la vencida", dijo y añadió que "tengo buenas sensaciones". Sobre este asunto, el leitzarra matizó que "todos los años preparo a tope este campeonato porque es la cita más importante del calendario para mí y este año también he preparado el mano a mano con muchas ganas, pero sabiendo que iba a tener dos huesos muy duros como Juan y Aimar, y también los que vienen desde abajo". En definitiva, que de las palabras de uno y otro se desprendió ayer la clara intención que tienen Irujo y Bengoetxea VI de alcanzar la final del mano a mano. Es decir, que ambos tienen el día 23 en la cabeza. Irujo lo admitió abiertamente y explicó que, no obstante, desea que Aimar se recupere a tiempo. Y es que en semifinales tienen que estar los mejores. Y bien preparados.