montecarlo. El serbio Novak Djokovic tiene como objetivo esta temporada ganar en Roland Garros, el único grande que le queda, y ayer puso los cimientos al destronar a Rafael Nadal en su reino de Montecarlo, donde había triunfado los últimos ocho años al vencerle en la final, por 6-2 y 7-6 (1).
Nadie derrotaba al manacorí en Montecarlo desde el argentino Guillermo Coria en la tercera ronda de 2003. Djokovic rompió esta racha de 46 partidos consecutivos de Nadal desde entonces, para hacerse con el título en una hora y 52 minutos. Este es el título 37 de Djokovic en su carrera, tercero de la temporada tras el Abierto de Australia y Dubai, y el décimo cuarto Masters 1000, una categoría en la que solo le queda inscribir su nombre en el de Cincinnati, donde ha cedido en cuatro finales.
El número 1 se llevó las manos a la cabeza en el último punto del encuentro que comenzó en plan dominador y que le costó cerrar cuando Nadal atisbaba una mejoría que no llegó a confirmar. No fue para menos su reacción, pues ante el considerado mejor jugador sobre tierra de la historia había triunfado por tercera vez sobre esta superficie, algo que solo había conseguido hasta ayer el argentino Gaudio.
Djokovic lo tuvo muy fácil en el primer parcial que se apuntó en 46 minutos, donde dispuso de una ventaja de 5-0 y donde Nadal salvó hasta siete puntos de set, para claudicar con una doble falta. El revés cruzado del serbio y la escasa reacción de Nadal, lento de piernas, se combinaron en este primer parcial, que pudo ser peor para el español que con demasiados fallos parecía destinado a entregarlo en blanco, algo que no sucedía en una final en tierra desde la de Hamburgo en 2007 contra Federer. Sin rastro de problemas en el tobillo derecho, Djokovic se encontró luego con el Nadal más clásico, más combativo y con más chispa. Pero no era la tarde del balear, cuyo ceño se había fruncido ya en el peloteo de calentamiento cuando el inicio del partido tuvo que aplazarse casi media hora debido a la lluvia. Aunque Rafa se puso por delante con 4-2 y 6-5, para ganar el segundo set, Djokovic fue más resolutivo.