shanghai. Vuelta 47 de las 56 previstas en el Gran Premio de China. De la radio del equipo Ferrari nace un hilo de voz que alerta de la situación: "No necesitamos que empujes"; Fernando Alonso, mastodóntico, rodaba en la cabeza de la carrera con más de 10 segundos sobre su más inmediato perseguidor, Kimi Raikkonen, a quien venía endosando una diferencia de un segundo por vuelta, el ritmo de los ángeles. Respuesta del asturiano: "No estoy empujando". Máxima expresión de superioridad. Il Cavallino rampante vuelve a su cuadra 13 carreras después.
Alonso desempeñó ayer un trabajo impecable en el circuito de Shanghai. Sin peros. Una labor de limpieza tras el enfangamiento del cero de Malasia, un remiendo para el descosido y liberación del pesimismo que siempre acecha -ya había un foco crítico que ensalzaba el hecho de que Massa venía superando a Fernando en cuatro tandas calificatorias-. Y el asturiano, centrado en sus cuentas. Hablaba Alonso de una media lógica para mantener aspiraciones de campeón de dos abandonos por curso. Lo dice un científico experto que ha perdido tres mundiales por la diferencia total de 9 puntos. Ya ha cubierto la mitad del cupo de ceros, con 3 carreras cumplidas. De modo que el equilibrio solo se podía encauzar con una victoria. Y Ferrari renació para sobreponerse a tiempos de mediocridad. Proyectó la imagen del bólido por excelencia, con unas prestaciones más que óptimas, con la agudeza de la gestión del consumo de neumáticos para prolongar un ritmo endiablado. Alonso venció sin parangón, calzado en el liderato desde el quinto abrazo al trazado oriental y hasta el final, desenvolviéndose cauto a pesar de verse obligado a rebasar a ocho pilotos por las circunstancias de la carrera -Vettel inclusive-, y con una superioridad brutal, sin un ápice de flaquezas. La oposición iba siendo descartada como quien deshoja una margarita. "Ha sido increíble todo el fin de semana. La carrera ha sido fantástica, de principio a fin", señaló, aplastante como una prensa para el campeonato.
De hecho, Hamilton conservó la ventaja de su pole durante los primeros recodos, apenas suspiros. El primer paso por la recta de meta arrojó lo que sería el guión de un devastador panorama trazado por el antojo de Ferrari. Massa y Alonso pasaron al Mercedes uno por cada flanco, a la par, con la imagen congelada de una fila horizontal de tres coches, como sputniks, una estampida tipo sanfermines. El trabajo del brasileño como escudero, sumiso de las opciones de título de Alonso, una vez más fue de insignia, reprimido en la estela del asturiano, fabricando para el concepto de equipo. Sacrificado otro día más y con la injusticia del resultado que podía haber sido y no fue. Si bien, aunque no es primera espada, es un termómetro de lo que es a día de hoy la Scuderia.
defensa del podio Hamilton, que cerraría el podio con serios problemas de degradación, rodó centrado en resguardecerse, ocupado en dar vida a sus calzos; el Mercedes funciona, pero es demasiado corrosivo, exigente y abusón con sus neumáticos.
Mientras, Raikkonen fue lo activo que suele ser, y quién diría ante su retorno a la F-1 que lleva 20 carreras seguidas terminadas. Vive afincado en un idilio con la regularidad. El problema del finlandés, que terminó segundo, fue su pésima arrancada desde la segunda pintura. Y posteriormente se estampó contra un errático Pérez, en el giro 16. "No sé si es que no me vio o qué ha pasado", diría a la postre. Desde el percance rodaría con un agujero en el morro de su monoplaza, y también con unas ideas más bien conservadoras, tratando de poner remedio a la bestial remontada de un Vettel que largó noveno y clasificó cuarto merced a una estrategia dispar respecto a los favoritos, empezando con gomas duras, aunque con el mismo número de pit-stops, tres. La preocupación de Iceman era cortar la hemorragia de segundos para mantener su posición.
Vettel únicamente se vio lastrado, ensombrecido, por su punto de inicio, la novena plaza, porque en pista minimizó daños siendo tenaz en su labor para tratar de subirse al podio. Tal fue su ansiedad, su hambre de seguir sumando que, inconformista por naturaleza, recortó 9 segundos en las últimas tres vueltas de la prueba a Hamilton y Raikkonen, y de haberse prolongado poco más la prueba, quizás hubiera sido segundo.
Peor fortuna vivió su compañero en Red Bull, por decirlo de algún modo, Mark Webber. Tal vez fue su día más aciago de carreras. El australiano, saliendo último desde el pasillo de garajes y en plena escalada, vio cómo segundos después de pasar por boxes una rueda sin ajustar se le salía invadiendo peligrosamente la trazada. Una acción temerosa de su equipo y por la que fue sancionado con el retraso de tres puestos en la parrilla de Bahrein, el próximo fin de semana. Una acción para dar rienda suelta a los escépticos, a los malpensados, porque en Red Bull se han cubierto de gloria con Webber, casualmente en la siguiente carrera después del incidente entre los pilotos del mismo box.
"no luches con fernando" "No luches con Fernando porque perderás tiempo", cantaban a Vettel vía radiofónica en un instante de la carrera, en su ombligo, cuando por la situación de las paradas Seb era líder. El alemán esta vez hizo caso a las órdenes y se abrió, se apartó de la trazada con cordura, porque el escenario de batalla de Ferrari no era el suyo. Alonso rodaba con otras fronteras. Colocarse en su camino era como tratar de frenar a un tranvía con un trozo de papel. No había margen para sorpresas. "Los neumáticos eran la gran preocupación, pero, como digo, siempre teníamos un poco de margen. Conseguíamos parar dos o tres vueltas más tarde que ellos, así que sabíamos que si nosotros íbamos a tener problemas con los neumáticos, ellos iban a tener más". Era la lectura de Alonso, el porqué de su tremenda jerarquía ayer. La gestión del consumo fue crucial, una virtud que parece ser pasaje obligado para quien quiera alzarse campeón esta temporada, con unos Pirelli de mantequilla que permiten rebajar cronos, pero que mantienen en constante estado de alerta. Es el galimatías de la parrilla.
Y es que Alonso estaba encantado porque el resultado de ayer tiene visos de prolongación. No es flor para un día. "Tenemos el potencial y creo que lo podemos volver a demostrar en Bahrein", se congratulaba. "No hemos tenido problemas, los neumáticos se han degradado menos de lo esperado y después de la retirada en Malasia llevamos un segundo (el de Australia) y un primero, así que hemos empezado bien. Soy optimista", confesó, para seguido desatar especulaciones: "Este comienzo tiene muy buena pinta".
Jenson Button, entretanto, hizo una oda a la resistencia de los neumáticos, lo que le llevó a tomar el mando de la prueba cuando otros sumaban dos stints. Estiró los compuestos duros 23 vueltas y se vio aupado, pero aunque el dato es saludable, la estrategia, un tanto desesperada, fue el reflejo de la precariedad del McLaren, porque Vettel salió más retrasado, hizo perdurar 14 giros los mismos calzos, y pudo terminar cuarto. El inglés, mientras, que lanzaba la carrera desde la octava plaza, terminó quinto. Ante la discreta rutina, la fábrica de Woking deberá imprimir un esfuerzo mayúsculo para ver a cualquiera de sus dos pilotos con opciones de campeón.
Alonso es ahora tercero en el Mundial, a 9 puntos de Vettel. "Ha sido una carrera perfecta y creo que van a venir más", reza con buenos augurios. Factible, porque el caballo ha vuelto a su cuadra. "Complimenti, Fernando, complimenti". Se hizo el silencio en el transmisor de Ferrari.
El asturiano volvió a ganar 13 carreras después de su última vez y suma su 10ª victoria con Ferrari
Vettel sostiene el liderato, secundado por Raikkonen y Alonso es tercero con 9 puntos menos que el alemán
El asturiano Fernando Alonso alza el trofeo que le acredita como vencedor del Gran Premio de China, su primera victoria de la temporada. Foto: afp
Alonso en primer plano, en los primeros compases de la prueba. Foto: efe
G. P. de china
clasificaciones
1. Fernando Alonso (Ferrari)1h36.26,945
2. Kimi Raikkonen (Lotus)a 10,168
3. Lewis Hamilton (Mercedes)a 12,322
4. Sebastian Vettel (Red Bull)a 12,525
5. Jenson Button (McLaren)a 35,285
6. Felipe Massa (Ferrari)a 40,827
7. Daniel Ricciardo (Toro Rosso) a 42,691
8. Paul di Resta (Force India) a 51,084
9. Romain Grosjean (Lotus ) a 53,423
10. Nico Hülkenberg (Sauber)a 56,598
11. Sergio Pérez (McLaren ) a1.03,860
12. Jean-Eric Vergne (Toro Rosso) a 1.12,604
13. Valteri Bottas (Williams)a 1.33,861
14. Pastor Maldonado (Williams)a 1.35,453
15. Jules Bianchi (Marussia)a 1 vuelta
16. Charles Pic (Caterham)a 1 vuelta
17. Max Chilton (Marussia)a 1 vuelta
18. Giedo van der Garde (Caterham) a 1 vuelta
Mundial de pilotos
1. Sebastian Vettel (Red Bull)52 puntos
2. Kimi Raikkonen (Lotus)49
3. Fernando Alonso (Ferrari)43
Mundial de constructores
1. Red Bull78 puntos
2. Ferrari73
3. Lotus60
apuntes
l Retirados. Nico Rosberg (Mercedes), vuelta 22; Mark Webber (Red Bull), vuelta 16; Adrian Sutil (Force India), vuelta 6; Esteban Gutiérrez (Sauber), vuelta 5.
l Vuelta rápida. La 53, de Vettel en 1:36.808 a 202,706 km/hora.
l Próxima carrera. Gran Premio de Bahrein, en el circuito de Sakhir el 21 de abril.