bilbao. A los aficionados vascos al ciclismo se les hace la boca agua pensando en lo que está a punto de llegar. Pruebas como la París-Niza, la Tirreno-Adriático o la Milán-San Remo han servido para matar el mono de ciclismo, pero la lejanía de las retransmisiones televisivas no colma las necesidades de una afición acostumbrada a instalarse en las cunetas para empujar al pelotón con sus ánimos. El sábado arranca una serie de nueve días en la que varios de los mejores ciclistas de la actualidad machacarán sus piernas en las carreteras de Euskadi. Es un premio demasiado goloso como para no disfrutarlo como se merece.
El pistoletazo de salida a estos nueve días de atracón ciclista lo da Estella con la celebración de la décimo quinta edición del Gran Premio Miguel Indurain. La carrera, con algo menos de 180 kilómetros de trazado, se asoma a seis puertos, cuatro de segunda categoría, Guirguillano de primera y la meta en la basílica del Puy, sita en la cima de una ascensión de tercera.
El domingo el pelotón sale de Euskadi, pero no se escapa lejos. Los aficionados podrán disfrutar de la emoción a un paso de casa con la disputa de la Vuelta a la Rioja. En esta ocasión serán 158 kilómetros los que los corredores deberán recorrer, únicamente con una ascensión de tercera categoría de por medio. Gran parte de los que al día siguiente estén en el inicio de la Vuelta al País Vasco, intentarán en Logroño escribir su nombre tras el de Evgeny Shalunov, vencedor de la prueba en 2012.
un recorrido espectacular El lunes por fin arranca la ronda vasca. La Vuelta al País Vasco sigue este año la fórmula de ediciones anteriores, con un recorrido diseñado para que los favoritos presenten batalla en multitud de ascensiones y no se creen diferencias en cabeza de la general hasta dilucidar el podio definitivo en la contrarreloj individual del sábado 6 en Beasain.
Pero tras seis etapas recorriendo Euskadi, el ciclismo no termina ahí. El domingo 7 todavía queda una doble cita con el pelotón. Por una parte, en Eibar, se disputa el Memorial Valenciaga, una de las pruebas con más tradición en el calendario amateur y que forma parte de la Copa de España. Los mejores equipos aficionados del Estado buscarán colocar a una de sus jóvenes promesas en un palmarés en el que ya brillan nombres ilustres como Óscar Freire, Joaquim Rodríguez o Mikel Nieve.
La guinda a este alarde sobre pedales estará en Amorebieta con la Klasika Primavera. La carrera organizada por la Sociedad Ciclista Amorebieta presenta como uno de los grandes atractivos el duelo entre Alberto Contador, del Saxo-Tinkoff, y Alejandro Valverde, de Movistar. Tal vez sea uno de ellos quien levante los brazos y ponga punto final a este atracón de ciclismo.