Vitoria. Nunca pedalearás solo. Podía haber sido el lema con el que Víctor Cabedo fue despedido ayer hasta la eternidad por los más de dos millares de personas que abarrotaron la parroquia de la Asunción de Onda, donde tuvo lugar el oficio funeral por el eterno descanso del corredor castellonense de Euskaltel-Euskadi que falleció el miércoles mientras entrenaba en el puerto de Almedijar, en la sierra d'Espada, tras chocar con un vehículo y caer por un barranco.

No quisieron que pedaleara solo sus compañeros en la escuadra naranja, que tenían previsto desplazarse hasta Onda, donde Cabedo pensaba inaugurar una tienda de bicicletas, pero que tuvieron que cambiar lo que iba a ser una fiesta por la más triste de las celebraciones. Guiados por el itinerario que les había marcado Dorleta Zorrilla, la desconsolada novia de Cabedo, allí estuvieron Igor Antón, Mikel Nieve, Gorka Verdugo y Juanjo Oroz, a quienes la emoción embargó en más de un momento. Samu Sánchez, uno de los grandes amigos que Cabedo había hecho en su primera temporada en Euskaltel, no pudo acudir al sepelio por encontrarse concentrado con la selección española que disputará el domingo el Campeonato del Mundo de fondo en carretera que se celebrará en la localidad holandesa de Limburgo.

Nieve, que calificó a Cabedo, como "un chaval sencillo y bueno", recordó que "los ciclistas tenemos que entrenar en carretera y hay debemos respetarnos todos", para luego esperar que "esto no ocurra más", antes de desear que "Samu pueda ofrecerle el domingo la victoria en el Mundial".

También se mostró emocionado Miguel Madariaga, escoltado en todo momento por Igor González de Galdeano, Gorka Gerrikagoitia e Iñaki Isasi. Ellos fueron los encargados de intentar arropar con su esperanza a los padres y los abuelos del desafortunado ciclista. El director alavés consideró la muerte de Cabedo "la mayor tragedia" que ha sufrido la escuadra naranja a lo largo de historia y que su esperanza es que "nos empuje desde arriba para mejorar". Por su parte, Madariaga instó a la formación de "los niños para que se eduquen y para que luego respeten a los ciclistas como conductores", dijo.

El director de la Vuelta, Javier Guillén, y el exseleccionador estatal Paco Antequera también se dieron cita en Onda, desde donde Víctor Cabedo inició su última ascensión hacia la gloria.