París. La victoria de Bradley Wiggins y el segundo puesto de Chris Froome en el Tour han marcado el hito histórico de ver al primer ciclista británico en lo más alto del podio de París y plantea el debate sobre un posible dominio del ciclismo inglés en los próximos años, si no lo impiden los clásicos, Alberto Contador y Andy Schleck, grandes ausentes.

Procedente de la pista, donde alcanzó títulos olímpicos y mundiales, Wiggins, de 32 años, ha dominado con autoridad la temporada y volverá el año próximo a luchar por el mismo objetivo, el Tour, lo que da sentido a su metódica y dura preparación, donde "la competición es el único momento de descanso".

El jefe de filas del Sky no tiene rival contrarreloj y pasa la montaña con solvencia, aunque ha mostrado fisuras en los puertos importantes, donde sufre los cambios de ritmo. Precisamente fue su compañero Froome quien le puso en evidencia en La Toussuire y Peyragudes , donde recibió órdenes del director del equipo para no soltar a Wiggins.

Froome demostró fidelidad de gran gregario y capacidad de futuro líder. Su segundo puesto en la Vuelta 2011 y en el Tour 2012 y la fuerza demostrada en carrera ha desencadenado el debate sobre quién ha sido el más fuerte en la Grande Boucle.

El Astana está buscando líder y ha pensado en Froome para la próxima temporada. El inglés de origen keniano tiene un año más de contrato con el Sky, pero el equipo kazako está dispuesto a pagar lo que le queda de contrato para hacerse con sus servicios. La decisión será del propio Froome, quien ha reconocido "cierta frustración" por no poder aplicar en la carretera la ley del más fuerte.

Wiggins, Froome y el Sky no han tenido rivales que les hayan puesto en serios apuros en el Tour que acaba de finalizar. Ni Evans ni Nibali han podido abrir la más mínima fisura en la fortaleza británica.

¿Empieza una era británica en el Tour? La duda se resolverá una vez que vuelvan a la escena los grandes ausentes, Contador, quien deberá demostrar en la Vuelta su estado de forma tras cumplir la sanción por dopaje, y Andy Schleck, uno de los mejores escaladores del pelotón.

El enfrentamiento entre estos cuatro corredores será uno de los grandes alicientes en el Tour 2013, el de las 100 ediciones, donde la organización echará el resto para celebrar la efemérides. La carrera saldrá de Córcega y quiere incluir todos los puertos míticos. El diseño del recorrido, que se conocerá en octubre, pondrá en marcha los pronósticos. A más contrarreloj, más posibilidades de Wiggins. Por el contrario, si el recorrido se endurece con grandes puertos y finales en alto, Contador y Andy alzarán la voz. En medio, si se libera, el gran Froome, "de proyección ilimitada", según el director del Sky.