Bilbao. Rubén Pérez fue el protagonista de Euskaltel-Euskadi en la etapa de ayer al filtrarse en la escapa del día junto a Michael Morkov, Andriy Grivko, Sèbastien Minard y Giovanni Bernadeau. El corredor de Zaldibar buscó una inesperada victoria ya desde el kilómetro siete, pero finalmente el conjunto de rápidos velocistas que les perseguía les neutralizó e hizo imposible el feliz deseo de Pérez. Aún así, el ciclista vizcaino no perdió la sonrisa: "Habrá más oportunidades por delante y tenemos que aprovechar todas las que surjan para brillar en carrera y tratar de disputar el triunfo en alguna etapa", se animó. "El esfuerzo ha sido muy grande. Pensábamos que hoy -por ayer- era un día en el que la fuga podía llegar, con carreteras sinuosas, difícil para organizarse... Pero, desgraciadamente, ha pegado mucho viento de cara, eso desgasta mucho, y he llegado castigado a la parte final", explicó tras apearse de su bicicleta, una vez finalizada la etapa. Sin embargo, a pesar de rozar el éxito personal con la punta de los dedos, el corredor naranja es consciente de que el verdadero objetivo de su función es "tratar de arropar a Samuel", por lo que ahora solo le toca "recuperar y seguir trabajando".
Por su parte, el líder de Euskaltel-Euskadi, Samuel Sánchez, tuvo que hacer frente a una avería en el cambio cuando el pelotón se acercaba a los últimos 20 kilómetros de la etapa, cuando la carrera entonaba su parte decisiva. Aún así, el ciclista se mostró muy agradecido con la excelente labor de su equipo: "Estoy contento por haber salvado la etapa sin perder tiempo, ése era el objetivo. Ha sido una etapa muy peligrosa, me he quedado cortado un par de veces, por lo que es una satisfacción no haber tenido problemas al final", sentenció. En cuanto al vencedor de la etapa, el eslovaco Peter Sagar, que también cruzó primer la meta de Seraing, Samu tan solo ha tenido palabras de admiración: "Es un superdotado, lo demuestra carrera a carrera". Por ello, el ciclista de Euskaltel-Euskadi no tuvo reparos en admitir que "en el futuro podremos decir que hemos corrido con él".
La mala noticia del día para el equipo naranha fue la caída de Pablo Urtasun. El navarro se fue al suelo a falta de 50 kilómetros, golpeándose la cabeza. Por ello, dado que el esfuerzo fue muy grande, Pablo llegó mareado a meta.