Madrid. El seleccionador español Vicente del Bosque aseguró ayer que tanto él como sus pupilos están "acostumbrados a la presión" y que manejarán tanto este aspecto como el "optimismo desmesurado" para "estar a la altura de las circunstancias" en la Eurocopa, donde tratará de culminar con éxito la "empresa dura y difícil" de revalidar el trofeo.

"Tenemos mucha presión porque sabemos que el optimismo es desmesurado. Es cierto que hay dieciséis selecciones y decir que es un camino de rosas no es fácil. Tenemos una responsabilidad añadida", señaló Del Bosque en la rueda de prensa de ayer tras la llegada del equipo a Sevilla.

El salmantino reiteró la dificultad de lograr el título cuestionado por un posible triplete. "No podemos luchar contra eso, tenemos un desafío por delante pero nadie que conozca el fútbol afirma que sea un objetivo fácil. Tenemos el ánimo de pelear por ser campeones pero es una empresa dura y difícil", subrayó.

Se refirió también a los jugadores de Athletic y Barcelona, últimos en incorporarse a la concentración, y aseguró que "todos están en buenas condiciones" después de "seis o siete días de reposo" por lo que no cree que sea un "handicap" su estado físico. En el encuentro de hoy Del Bosque se reencontrará con el que fuera seleccionador Camacho. "Se me hace raro que venga con la selección de China; en este buen momento que atraviesa el fútbol español, que haya gente trabajando fuera de nuestras fronteras es un reconocimiento a nuestro fútbol".

Por último Del Bosque añadió que "la etapa de preparación no cuenta" y que lo que preocupa es "cómo está Pirlo y que Italia tiene en todas sus líneas jugadores excelentes, todas las cosas colaterales no tienen importancia", concluyó.