MADRID. Las aficiones del Athletic Club de Bilbao y del FC Barcelona crearon anoche el ambiente perfecto para la disputa de una gran final copera. Colorido, ruido, deportividad y pasión por unos colores para celebrar el último título de clubes en juego de la temporada, entre dos equipos admirados por su juego a lo largo de todo el curso futbolístico, aunque ayer sólo brillara uno de ellos.

Los cerca de 80.000 aficionados desplazados hasta Madrid vivieron las horas previas al inicio de la final envueltos en un gran ambiente de hermandad y sin causar altercados significativos. La marea rojiblanca se fundía con la blaugrana e incluso los cantos de ánimo hacia Athletic y Barcelona eran coreados por las dos aficiones al unísono, una unión que se vivió también una vez dentro del estadio del Manzanares.

Antes de acercarse al Vicente Calderón, leones y culés disfrutaron de las respectivas 'fan zones' organizadas por sus respectivos clubes. El lugar de encuentro de los vascos, fue la zona de Príncipe Pío, mientras que la de los catalanes se situó en Madrid-Río, anexa al Parque Matadero. Allí, se quedaron los numerosos seguidores de ambos equipos que acudieron hasta Madrid sin entrada para disfrutar de la final en el Vicente Calderón.

A lo largo del día, los miles de aficionados disfrutaron del buen día en la capital española. Después, ya dentro del escenario de la final, a pesar de que cada afición tenía su lado del estadio, aun se podían ver las camisetas de Athletic y Barcelona mezcladas por los asientos. Sin duda un gran ambiente para una gran final.

El gesto que puso broche al buen ambiente de deportividad vivido durante toda la jornada, tuvo lugar a la conclusión del encuentro cuando la afición blaugrana secundó los cánticos de la afición rojiblanca que jaleaba a sus jugadores al grito de "Athletic, Athletic".

CALOR EN MADRID Protección Civil atendió a 70 personas, de las que dos fueron trasladadas a centros sanitarios, dentro del dispositivo especial de emergencias habilitado. Según informó un portavoz de Emergencia Madrid, desde primera hora de la mañana y hasta las 22:00 horas, la mayoría de las asistencias sanitarias se debieron al calor reinante en la capital durante toda la jornada, con temperaturas máximas de hasta 30 grados, y fueron debidas fundamentalmente a lipotimias, bajadas de tensión y mareos, aunque también se registraron lesiones relacionadas con caídas. En el caso de los trasladados a centros sanitarios, uno precisó de sutura en una herida y otro sufrió un mareo. El dispositivo de seguridad contempló la zona del aeropuerto de Barajas, la estación de Atocha y diversas calles del centro, lugares con gran presencia de aficionados.