Múnich. Bayern y Chelsea se disputan hoy el máximo título de clubes europeos en una final de la Liga de Campeones 2011-12 a la que los dos equipos han logrado llegar tras padecer una temporada de altibajos en sus pertinentes ligas.
El Bayern se juega en la final prácticamente toda la temporada tras tener que resignarse al segundo lugar tanto en la Bundesliga como en la Copa de Alemania. De un triunfo o una derrota en la soñada final en casa depende que la temporada sea recordada como un éxito o como un fracaso.
Por su parte, los blues afrontan la segunda final de Liga de Campeones de su historia con la intención de conseguir la gloria europea. El equipo londinense pondrá hoy punto final a una temporada convulsa en la que cesó a un entrenador, finalizó en sexta posición en la Premier League y venció en la Copa de Inglaterra (FA Cup).
En el bando alemán y en el plano táctico, el entrenador Jupp Heynckes tendrá que compensar las bajas de los sancionados Badstuber, David Alaba y Luiz Gustavo. Como central, en el lugar habitual de Badstuber, es de esperar que esté el ucraniano Anatoli Tymoshchuk. El puesto de lateral izquierdo será para Diego Contento, y Toni Kroos retrocederá de posición para formar el doble pivote con Bastian Schweinsteiger.
En el Chelsea, Di Matteo no podrá contar con cuatro de sus pilares básicos: John Terry, Branislav Ivanovic, Raul Meireles y Ramires, todos sancionados, junto a los posibles lesionados David Luiz y Cahill. Las bajas harán que el técnico italiano tenga que modificar su once titular y mantenerlo competitivo ante un Bayern de Múnich que parte como principal favorito para hacerse con la codiciada orejona en su campo.
Así, el Chelsea espera mantener su buena racha en la competición europea y culminar el sueño de gloria de su dueño, el magnate ruso Román Abramóvich, nueve años después de hacerse con el club londinense, en la que puede ser la última oportunidad de triunfar en la máxima competición del fútbol continental.