Vitoria. La presente edición del Campeonato de Parejas de la LEP.M está sirviendo para marcar nuevos hitos en la historia de la pelota. Los primeros en subirse al carro fueron los organizadores, promoviendo un maratoniano torneo de casi cinco meses de duración. Después se apuntaron Aimar Olaizola y Mikel Beroiz con una racha de 15 victorias consecutivas que nunca antes había alcanzado nadie dentro de una misma competición. Y el pasado domingo fueron Titín III y Merino II los encargados de escribir una nueva página ya incluida en la leyenda pelotazale. Con su victoria en el frontón Ogueta de Vitoria sellaron de manera matemática su pase a la final del próximo 29 de abril. Y son varios los hitos que marcarán el último domingo del presente mes. Por un lado, David Merino se convertirá en el frontón Bizkaia de Bilbao en el primer zaguero riojano en aspirar al título del Parejas, mientras que su compañero, Titín III, será a partir del citado día el pelotari más veterano en disputar la final del torneo, superando a un mito viviente de la talla de Julián Retegui.
El caracolero debe de andar ahora por su tercera o cuarta juventud. Cumplió 43 años el pasado 13 de enero y, lejos de alejarse de la elite, va a regresar a una final cuatro años después de que disputase la última. Titín III jugó y perdió la del Parejas de 2008 en compañía de Aritz Laskurain (cayeron ante Olaizola II y Mendizabal II en el Ogueta de Vitoria por 22-17), pero desde entonces no había catado las mieles de pujar por una txapela. El próximo 29 de abril tendrá una nueva oportunidad. Lo hará con 43 años y 107 días, superando en veteranía a Julián Retegui, que en 1997 también disputó la final del Parejas con una edad muy parecida. El delantero de Eratsun compartió gerriko con Oskar Lasa, junto al que logró la que sería su penúltima txapela como pelotari profesional. Ganó el título en enero, unos meses antes de cumplir los 43. Es por eso que el riojano ya ha batido el registro que en su día marcó el eratsundarra.
El segundo de la historia A Titín le espera ahora un reto mayúsculo: conquistar una txapela con 43 años. Así superaría también en longevidad a Retegui II, aunque, en este supuesto, como campeón del Campeonato de Parejas. El caracolero todavía espera rivales para la final del próximo 29 de abril, en la que no podrá batir la marca histórica de todas las competiciones, en posesión de Mariano Juaristi, Atano III (Azkoitia, 1904-2001). El delantero guipuzcoano se convirtió en 1940 en el campeón de la primera edición del Manomanista y ocho años más tarde, ya con 44 primaveras, disputó su última final. La perdió ante otro galáctico de la pelota, Miguel Gallastegui, pero dejó para la historia una marca a la que ahora se ha aproximado, y mucho, Augusto Ibáñez, Titín III. Sin embargo, para superarla, el caracolero tendrá que aguantar un año más en activo. También instalado entre la elite. Y parece preparado para ello. O al menos eso es lo que ha demostrado en la presente edición del Parejas.
Una leyenda viva Aunque debutó con 23 años, una edad tardía (por ejemplo, su actual compañero en el Parejas, David Merino, vive en 2012 su segunda experiencia en el torneo sin haber cumplido todavía los 22 años), Titín III acumula ya más de dos décadas en el campo profesional. Como las lesiones le han respetado a lo largo de su carrera y ha sido un pelotari que siempre se ha preocupado por su condición física, el delantero de Tricio ha sobrepasado los 40 en un excepcional estado de forma. Tanto, que le ha valido para convertirse en el manista más veterano de la historia del Parejas en acceder a la final de un torneo que ya ha ganado en tres ocasiones. También para ser el segundo más veterano de todos los tiempos en llegar a la última cita de un campeonato (contabilizando en este apartado las tres grandes competiciones: Cuatro y Medio, Parejas y Manomanista), solo superado por Atano III. Y es que al clasificarse para la final del Parejas, Titín III también superó a Retegui II, campeón en la jaula en 1997 con 43 años y 65 días, precisamente tras derrotar en una mítica final al caracolero después de remontar un 17-21 adverso.