MIRANDÉS Murcia; Garmendia, Corral, Caneda, Raúl García; Borrell (Mújika, min. 52), Garro, Muneta (Aitor Blanco, min. 75), Martins; Pablo Infante y Alaín (Lambarri, min. 64).
RACING Fernández; Picón, Osmar, Torrejón, Christian; Munitis (Luque, min. 68), Diop (Tziolis, min. 46), Bedia, Serrano (Nahuelpan, min. 49); Jairo y Stuani..
Goles 1-0, min. 33: Pablo Infante; 2-0, min. 45: Martins.
Árbitro Muñiz Fernández (comité asturiano). Amonestó a Caneda, Garmendia y Aitor Blanco por parte del Mirandés, y a Osmar, Stuani, Munitis y Picón, del Racing de Santander.
Estadio Partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey celebrado en el estadio municipal de Anduva de Miranda de Ebro ante unos 5.200 espectadores (lleno absoluto).
Miranda de Ebro. El CD Mirandés, de Segunda B, derrotó ayer al Racing de Santander por 2-0 en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, un resultado sorprendente ante otro Primera División, dado que ya eliminó al Villarreal en la ronda anterior.
El cuadro burgalés comenzó el partido impetuoso. Presionó con insistencia y dejó entrever que descaro no le iba a faltar. Por su parte, el Racing de Juan José González, quien introdujo a varios jugadores no habituales en su once, dejó hacer a las locales, encomendándose a la teórica mayor pegada al contragolpe de sus hombres. Mientras, el Mirandés no variaba un ápice su libro de estilo pese a la mayor agresividad que el conjunto cántabro disponía. Jugaba el balón desde atrás sin que le temblase el pulso. Paradójicamente, vista la diferencia de categoría, el Racing de Santander perseguía sombras y apenas acunaba el esférico, pues su única solución empezaba a ser el balón en largo y la segunda jugada. El Racing languidecía para regresar a Santander, tras la disputa de los noventa minutos, con la sensación de que ni siquiera pudo magullar a un equipo que juega sin complejos.