Pep Guardiola, entrenador del Barcelona, presenció ayer en el palco del Matteo Rigamonti, estadio del Brescia, el partido de la Serie B que enfrentó a su exequipo con el Ascoli. Guardiola, de 40 años, regresó a Brescia, ciudad en la que jugó como futbolista en 2003, en compañía de su esposa Cristina Sierra y sus tres hijos. El entrenador llegó a la ciudad norteña italiana en un avión privado procedente de Valencia, donde participó en un congreso, y pasó la jornada entre compras, paseos y amigos.
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