Vitoria. "TODO ha sido un cuento de hadas con alguna que otra pesadilla ocasional". Alex Ferguson ha cumplido un cuarto de siglo al frente de Manchester United con un palmarés envidiable donde sobresalen doce títulos de la Premier y dos Ligas de Campeones, 25 años donde sus éxitos y reveses han estado salpicados de protagonistas y anécdotas que le hacen merecedor de la grada norte que llevará su nombre en Old Trafford.
Una Copa le salvó del cese
Militante del Partido Laborista hasta el punto de que el ex primer ministro Tony Blair cuestionara al escocés sobre la figura de Gordon Brown, las cuatro primeras temporadas de Sir Alex no enderezaron el rumbo de los diablos rojos. Es más, la Copa de 1990 le salvó del cese. Caer en tercera ronda frente al Nottingham iba a significar su despido, pero un gol de Mark Robins le salvó el pescuezo y meses después levantaría el trofeo tras noquear al Cristal Palace.
Giggs y Keane, sus 'niños'
Ryan Giggs, que llegó 21 años atrás al Manchester gracias a su insistencia, personifica el compromiso que le erigió en el predilecto del técnico, e incluso se especula en que pueda ser quien recoja su testigo. También Keane fue uno de sus preferidos. Supo extraer jugo a las cualidades del irlandés, aunque luego este le desairó cuando intuyó su adiós y montó en cólera contra sus excompañeros en una entrevista y se plantó en el despacho del entrenador. Entre sus fichajes más rentables sobresale el de Peter Schmeichel, que llegó al equipo en 1991 a cambio de ridículos 600.000 euros: no en vano, dejó su portería cero en 22 partidos en su primera campaña.
Beckham y Cantoná, polémicos
Beckham necesitó dos puntos en su ceja por culpa de Ferguson, quien en un partido creyó que David no había dado el máximo. En el vestuario golpeó una bota que, según la versión oficial, se estrelló en el rostro del futbolista, que ese mismo verano acabó en el Real Madrid. Reconoce que "Sir Alex es la razón del éxito de mi carrera". Más polémico fue Cantoná. El míster nunca se explicó cómo el francés lanzó aquella patada de kárate a un aficionado tras ser expulsado.
Cristiano y Rooney, las estrellas
Cristiano Ronaldo encontró en Ferguson a su mentor, el mismo que le otorgó el 7 que habían vestido Best o Robson y quien le propulsó a coleccionar goles y entorchados. Mientras, Rooney conecta con el talante de jornalero del escocés aunque su carácter estuviera en un tris de romper su relación el pasado curso, cuando el propio técnico acabó convenciéndole de que no se marchara.
El Barça, su 'bestia negra'
"Ha sido la mayor lección de nuestra historia". La flor marchita que caía de la solapa de la chaqueta del míster durante la final de la pasada Liga de Campeones fue la mejor metáfora de lo acontecido en Wembley ante el Barcelona de Guardiola, que también le privó dos años antes del título pero en Roma. Acostumbrado a las excusas, calló y se deshizo en elogios hacia los culés. En verdad, el coliseo azulgrana le trae su mejor recuerdo: la final de 1999 ante el Bayern, cuando remontó con dos goles en tiempo de descuento. "No puedo creerlo, no me lo creo. Fútbol. Maldita sea", dijo aquel 26 de mayo. Ese estío Ferguson fue nombrado caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II.
Frases para la enciclopedia
La colección de afirmaciones históricas de Ferguson es ilimitada. Prevalece aquella sobre el Real Madrid: "Como club de Franco, conseguía lo que le daba la gana". También zurró a Wenger: "Dicen que es inteligente porque habla cinco idiomas. Tengo un chico marfileño de 15 años que también". De Inzaghi dijo que "nació ya en fuera de juego".